01 | Estas fueron las naciones que Yavé dejó en paz para probar a Israel, es decir, a los israelitas que no habían conocido las guerras de Canaán. |
02 | Quería que la juventud de Israel aprendiera a pelear, pues aquéllos no habían conocido la guerra. |
03 | Así fue como quedaron los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos y los sidonios, y también los je veos que viven en la montaña del Líbano, desde la montaña de Baal-Hermón hasta la Entrada de Hamat. |
04 | Yavé quiso pues poner a prueba a Israel y ver si obedecería sus mandamientos, los que Moisés había dado a sus padres. |
05 | Los israelitas vivieron en medio de los cananeos, de los hititas, de los amoreos, de los fereceos, de los jeveos y de los jebuseos. |
06 | Se casaron con sus hijas, dieron sus propias hijas a los hijos de aquellos, y sirvieron a sus dioses. |
07 | Los israelitas hicieron lo que es malo a los ojos de Yavé. Se olvidaron de Yavé su Dios y sirvieron a los Baales y a los Aserás. |
08 | Entonces estalló contra Israel la cólera de Yavé. Los dejó caer en las manos de Cusán-Riseataim, rey de Edom, y los israelitas estuvieron sometidos a Cusán-Riseataim por ocho años. |
09 | Los israelitas clamaron a Yavé y Yavé hizo que surgiera para ellos un salvador que los libró: fue Otoniel, hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb. |
10 | El espíritu de Yavé se posó sobre él y se desempeñó como juez en Israel. Salió a guerrear y Yavé puso entre sus manos a Cusán-Riseataim, rey de Edom: derrotó a Cusán-Riseataim. |
11 | El país estuvo en paz durante cuarenta años; luego Otoniel, hijo de Quenaz, murió. |
12 | Una vez más los israelitas hicieron lo que es malo a los ojos de Yavé, y él volvió a Eglón rey de Moab mucho más fuerte que Israel, sencillamente porque hacían lo que desagrada a Yavé. |
13 | Los moabitas se aliaron con los amonitas y con los amalecitas para luchar contra Israel, y se apoderaron de la Ciudad de las Palmeras. |
14 | Los israelitas estuvieron sometidos a Eglón, rey de Moab, durante dieciocho años. |
15 | Los israelitas clamaron entonces a Yavé, y Yavé hizo que les surgiera un salvador, Ehud, hijo de Guera, un hombre de Benjamín que era zurdo. Los israelitas le encargaron que llevara el tributo a Eglón, rey de Moab. |
16 | Ehud se hizo un puñal de doble filo, y de hoja corta, que se puso bajo su ropa pegado a su muslo derecho. |
17 | Luego fue a ofrecer el tributo a Eglón, rey de Moab, (Eglón era un hombre muy gordo). |
18 | De regreso, cuando estaban en los Idolos de Guilgal, Ehud ordenó que se fuera a la gente que había venido con él para presentar el tributo. |
19 | El hizo el camino de vuelta y dijo: «¡Oh rey! Tengo para ti un mensaje secreto». El rey respondió: «¡Silencio!» Y todos los que estaban a su alrededor se retiraron. |
20 | Entonces Ehud se acercó a él, mientras estaba sentado en la pieza alta, tomando el fresco en sus departamentos privados. Ehud dijo: «Es un mensaje de Dios que tengo para ti». Entonces el rey se levantó de su silla. |
21 | Ehud extendió su mano izquierda, agarró el puñal que tenía sobre su muslo derecho y se lo hundió en el vientre. |
22 | El puño entró junto con la hoja y la grasa se cerró por encima de la hoja, pues no se la sacó del vientre, y salieron los excrementos. |
23 | Ehud escapó por detrás, cerró tras él las puertas de la pieza superior y le echó el cerrojo. |
24 | Después que salió, llegaron los sirvientes, y al ver con cerrojo la puerta de la pieza superior, se dijeron: «Sin duda que está haciendo sus necesidades en sus departamentos privados». |
25 | Esperaron tanto que tuvieron vergüenza, pero las puertas de la pieza superior no se abrían. Entonces tomaron la llave y abrieron: ¡su patrón yacía por tierra, muerto! |
26 | Mientras ellos aguardaban, Ehud se había puesto a resguardo. Pasó por los Idolos y se puso a salvo en Ha-Seira. |
27 | Apenas llegó, tocó el cuerno en la montaña de Efraín y los israelitas bajaron de la montaña siguiéndole. |
28 | Les dijo: «Síganme porque Yavé ha puesto a sus enemigos, los moabitas, en nuestras manos». Todos bajaron tras él, cortaron los vados del Jordán en dirección a Moab y no dejaron escapar a ningún hombre. |
29 | En aquella ocasión derrotaron a diez mil hombres de Moab, todos robustos y entrenados: no escapó ni uno solo. |
30 | Aquel día Moab quedó sometido a Israel y el país quedó en paz por ochenta años. |
31 | Después de él surgió Samgar, hijo de Anat. Venció a seiscientos hombres de los filisteos con una picana de bueyes; él también fue un libertador de Israel. |