En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Al momento de persinarte al inicio de la santa misa, revive tu bautismo unido al bautizo de Jesús. Eres hijo de Dios, y en misa están reunidos los hijos de Dios. Una vez bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los Cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Al mismo tiempo se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo, el Amado; en él me complazco.» (Mt 3, 16-17) |