01 | ¡Recuerda Señor, lo que nos ha sucedido, mira y contempla nuestro oprobio! |
02 | Nuestra herencia pasó a manos de extranjeros, nuestras casas, a manos de extraños. |
03 | Estamos huérfanos, sin padre, nuestras madres son como viudas. |
04 | Tenemos que pagar el agua que bebemos, la leña nos cuesta dinero. |
05 | Somos empujados con el yugo al cuello, estamos fatigados, no nos dan respiro. |
06 | Tendemos las manos hacia Egipto, hacia Asiria, para saciarnos de pan. |
07 | Nuestros padres pecaron, y ya no existen: nosotros cargamos con sus culpas. |
08 | Estamos dominados por esclavos y nadie nos arranca de sus manos. |
09 | Arriesgamos la vida para conseguir nuestro pan, afrontando la espada del desierto. |
10 | Nuestra piel quema como un horno, por los ardores del hambre. |
11 | Han violado a las mujeres en Sión, a las vírgenes en las ciudades de Judá. |
12 | Los príncipes fueron colgados de las manos, no se respetó la dignidad de los ancianos. |
13 | Los jóvenes arrastraron la piedra de moler, los niños se doblaron bajo el peso de la leña. |
14 | Los ancianos ya no acuden a la puerta de la ciudad, los jóvenes ya no tocan sus cítaras. |
15 | Cesó la alegría de nuestro corazón, nuestra danza se ha cambiado en luto. |
16 | Se ha caído la corona de nuestras cabezas: ¡ay de nosotros, porque hemos pecado! |
17 | Por esto nuestro corazón está dolorido, por esto se nublan nuestros ojos: |
18 | porque el monte Sión está desolado y los zorros se pasean por él. |
19 | Pero tú, Señor, reinas para siempre, tu trono permanece eternamente. |
20 | ¿Por qué nos tendrás siempre olvidados y nos abandonarás toda la vida? |
21 | ¡Vuélvenos hacia ti, Señor, y volveremos: renueva nuestros días como en los tiempos pasados! |
22 | ¿O es que nos has desechado completamente y te has irritado con nosotros sin medida? |