Toma la llave del corazón de María, tu madre, y pídele que te muestre todas las cosas que ella guarda en su corazón. Santísima virgen María de Guadalupe, conserva nuestra fe y salva nuestra patria. ¿No estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estas bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estas en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa? Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. (Lc 2, 19) |