01 | Coré -hijo de Ishar, hijo de Quehat, hijo de Leví- junto con Datán y Abirón, hijos de Eliab, y On, hijo de Pelet -estos últimos eran descendientes de Rubén- decidieron |
02 | sublevarse contra Moisés, secundados por otros doscientos cincuenta israelitas, todos ellos jefes de la comunidad, representantes de la asamblea y personas de renombre. |
03 | Se amotinaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: "¡Ustedes se han excedido en sus atribuciones! Toda la comunidad es sagrada, y el Señor está en medio de ella. ¿Por qué entonces ustedes se ponen por encima de la asamblea del Señor?". |
04 | Cuando Moisés oyó esto, cayó con el rostro en tierra. |
05 | Luego dijo a Coré y a todos sus secuaces: "Mañana, el Señor pondrá de manifiesto quién es el que le pertenece y quién está consagrado; y permitirá que se le acerque el que ha sido elegido por él. |
06 | Por eso, hagan lo siguiente: tú, Coré, y todos tus secuaces, tomen unos incensarios, |
07 | pongan fuego en ellos, y mañana échenles incienso en la presencia del Señor. Aquel a quien el Señor elija será el consagrado. ¡Ustedes, hijos de Leví, se han excedido en sus atribuciones!". |
08 | Luego Moisés siguió diciendo a Coré: "Escúchenme, hijos de Leví. |
09 | ¿No les basta que el Señor los haya separado de toda la comunidad de Israel y los haya acercado a él, para prestar servicios en la Morada del Señor y para estar como ministros al frente de la comunidad? |
10 | El Señor te promovió a ti y a todos tus hermanos, los descendientes de Leví, ¿y todavía reclaman el sacerdocio? |
11 | En realidad, tú y tus secuaces se han confabulado contra el Señor. Porque ¿quién es Aarón para que ustedes protesten contra él?". |
12 | Moisés mandó llamar a Datán y a Abirón, hijos de Eliab. Pero ellos replicaron: "¡No iremos! |
13 | ¿No te basta con habernos sacado de una tierra que mana leche y miel, para hacernos morir en el desierto, que todavía quieres dominarnos? |
14 | El lugar al que nos has traído no es una tierra que mana leche y miel, y no nos has dado como herencia campos y viñedos. ¿O pretendes impedir que esta gente vea? No iremos". |
15 | Moisés se indignó profundamente y dijo al Señor: "No aceptes su oblación. Yo no les he quitado ni un solo asno ni he perjudicado a ninguno de ellos". |
16 | Entonces Moisés dijo a Coré: "Tú y tus secuaces comparecerán mañana delante del Señor, y también comparecerá Aarón. |
17 | Cada uno de ustedes tomará su incensario, le pondrá incienso y lo ofrecerá al Señor: serán doscientos cincuenta incensarios en total. También tú y Aarón llevarán cada uno el suyo". |
18 | Cada uno tomó su incensario, le puso fuego y le echó incienso. Luego ocuparon sus puestos a la entrada de la Carpa del Encuentro, junto con Moisés y Aarón. |
19 | Y una vez que Coré convocó contra ellos a toda la comunidad, a la entrada de la Carpa del Encuentro, la gloria del Señor se apareció a toda la comunidad, |
20 | y el Señor dijo a Moisés y a Aarón: |
21 | "Sepárense de esta comunidad, porque los voy a exterminar en un instante". |
22 | Pero ellos cayeron con el rostro en tierra y exclamaron: "Dios, tú que das el aliento a todos los vivientes, ¿te vas a irritar contra toda la comunidad cuando el que peca es uno solo?". |
23 | El Señor dijo a Moisés: |
24 | "Habla en estos términos a la comunidad: ‘Aléjense de los alrededores de la morada de Coré, Datán y Abirón’". |
25 | Moisés se levantó, fue adonde estaban Datán y Abirón, seguido de los ancianos de Israel, |
26 | y dijo a la comunidad: "Apártense de las carpas de estos hombres perversos y no toquen nada de lo que les pertenece, porque de lo contrario también ustedes serán exterminados a causa de sus pecados". |
27 | Y todos se separaron de las moradas de Coré, Datán y Abirón. Datán y Abirón, por su parte, salieron y se pusieron de pie a la entrada de sus carpas, junto con sus mujeres, sus hijos y sus pequeños. |
28 | Moisés dijo: "En esto conocerán que ha sido el Señor el que me envió a hacer estas cosas, y que no es un capricho mío: |
29 | si estos hombres mueren de muerte natural y su suerte es igual a la de todos los hombres, no ha sido el Señor el que me envió. |
30 | Pero si el Señor realiza algo inusitado -si la tierra abre sus fauces para tragarlos con todos sus bienes y ellos bajan vivos al Abismo- ustedes sabrán que esta gente ha despreciado al Señor". |
31 | Apenas Moisés terminó de pronunciar estas palabras, el suelo se partió debajo de sus pies, |
32 | la tierra abrió sus fauces y los tragó junto con sus familias, con toda la gente de Coré y con todos sus bienes. |
33 | Ellos bajaron vivos al Abismo, con todo lo que les pertenecía. La tierra los cubrió y desaparecieron de en medio de la asamblea. |
34 | Al oír sus gritos, todos los israelitas que estaban cerca de ellos huyeron, diciendo: "¡Que no nos trague la tierra!". |
35 | Luego bajó fuego del Señor y consumió a los doscientos cincuenta hombres que habían ofrecido incienso. |