01 | Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. |
02 | Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; ofrecían sacrificios a los Baales y quemaban incienso a los ídolos. |
03 | ¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron que yo los cuidaba. |
04 | Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer. |
05 | Efraím volverá a Egipto y Asiria será su rey, porque rehusaron volver a mí |
06 | La espada hará estragos en sus ciudades, destrozará los barrotes de sus puertas y los devorará a causa de sus intrigas. |
07 | Mi pueblo está aferrado a su apostasía: se los llama hacia lo alto, pero ni uno solo se levanta. |
08 | ¿Cómo voy a abandonarte, Efraím? ¿Cómo voy a entregarte, Israel? ¿Cómo voy a tratarte como a Admá o a dejarte igual que Seboím? Mi corazón se subleva contra mí y se enciende toda mi ternura: |
09 | No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraím; que soy Dios, y no hombre; santo en medio de ti, y no enemigo a la puerta. |
10 | Ellos irán detrás del Señor ; él rugirá como un león, y cuando se ponga a rugir, sus hijos vendrán temblando del Occidente. |
11 | Vendrán temblando desde Egipto como un pájaro, y como una paloma, desde el país de Asiria; y yo los haré habitar en sus casas -oráculo del Señor. |