01 | ¡No te alegres, Israel, no te regocijes como los pueblos! Porque te has prostituido lejos de tu Dios y has amado el salario de las prostitutas sobre todas las eras de trigo. |
02 | Pero la era y el lagar no los alimentarán y el vino nuevo los dejará defraudados. |
03 | No habitarán en el país del Señor: Efraím regresará a Egipto, y en Asiria comerán un alimento impuro. |
04 | No harán al Señor libaciones de vino y sus sacrificios no le agradarán; su pan será como un pan de duelo, y todos los que lo coman quedarán contaminados, porque ese pan será para ellos mismos y no entrará en la Casa del Señor. |
05 | ¿Qué harán ustedes el día de la solemnidad, el día de la fiesta del Señor ? |
06 | Ellos escaparon a la devastación, pero Egipto los reunirá, Menfis los enterrará, la ortiga heredará sus tesoros de plata, las espinas invadirán sus carpas. |
07 | ¡Han llegado los días de pedir cuenta, han llegado los días de la retribución: que lo sepa Israel! El profeta se vuelve loco, el hombre del espíritu delira, a causa de la enormidad de tu falta y de tu gran hostilidad. |
08 | El profeta, centinela de Efraím, está junto a Dios, pero se le tiende una red en todos sus caminos y él encuentra hostilidad hasta en la Casa de su Dios. |
09 | Ellos se han corrompido profundamente como en los días de Guibeá; pero él se acordará de sus culpas y pedirá cuenta de sus pecados. |
10 | Como uvas en el desierto, yo encontré a Israel; como una breva en la higuera, al comienzo de la estación, yo vi a sus padres. Pero, al llegar a Baal Peor, se consagraron a la Ignominia y se hicieron abominables como el objeto de su amor. |
11 | ¡Efraím! Su gloria saldrá volando como un pájaro: no habrá más parto, ni embarazo, ni concepción. |
12 | Aunque críen a sus hijos, se los quitaré antes que sean hombres. Sí, ¡ay de ellos cuando yo los abandone! |
13 | Cuando yo vi a Efraím, era una plantación en una pradera, pero tendrá que llevar sus hijos al verdugo. |
14 | ¡Dales, Señor...! ¿Qué les darás? Dales un vientre estéril y pechos resecos. |
15 | Toda su perversidad se manifestó en Guilgal: allí comencé a detestarlos. Por la maldad de sus acciones los arrojaré de mi casa, ya no los amaré más; todos sus jefes son rebeldes. |
16 | Efraím está herido, se ha secado su raíz, ya no fructificará. Aunque tengan hijos, yo mataré el fruto precioso de sus entrañas. |
17 | Mi Dios los rechazará porque no lo escucharon, y andarán errantes entre las naciones. |