01 | Sigan mi ejemplo, así como yo sigo el ejemplo de Cristo. |
02 | Los felicito porque siempre se acuerdan de mí y guardan las tradiciones tal como yo se las he transmitido. |
03 | Sin embargo, quiero que sepan esto: Cristo es la cabeza del hombre; la cabeza de la mujer es el hombre y la cabeza de Cristo es Dios. |
04 | En consecuencia, el hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta deshonra a su cabeza; |
05 | y la mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra a su cabeza, exactamente como si estuviera rapada. |
06 | Si una mujer no se cubre con el velo, que se corte el cabello. Pero si es deshonroso para una mujer cortarse el cabello o raparse, que se ponga el velo. |
07 | El hombre, no debe cubrir su cabeza, porque él es la imagen y el reflejo de Dios, mientras que la mujer es el reflejo del hombre. |
08 | En efecto, no es el hombre el que procede de la mujer, sino la mujer del hombre; |
09 | ni fue creado el hombre a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. |
10 | Por esta razón, la mujer debe tener sobre su cabeza un signo de sujeción, por respeto a los ángeles. |
11 | Por supuesto que para el Señor, la mujer no existe sin el hombre ni el hombre sin la mujer. |
12 | Porque si la mujer procede del hombre, a su vez, el hombre nace de la mujer y todo procede de Dios. |
13 | Juzguen por ustedes mismos: ¿Les parece conveniente que la mujer ore con la cabeza descubierta? |
14 | ¿Acaso la misma naturaleza no nos enseña que es una vergüenza para el hombre dejarse el cabello largo, |
15 | mientras que para la mujer es una gloria llevarlo así? Porque la cabellera le ha sido dada a manera de velo. |
16 | Por lo demás, si alguien es amigo de discusiones, le advertimos que entre nosotros se acostumbra usar el velo y también en las Iglesias de Dios. |
17 | Y ya que les hago esta advertencia, no puedo felicitarlos por sus reuniones, que en lugar de beneficiarlos, los perjudican. |
18 | Ante todo, porque he oído decir que cuando celebran sus asambleas, hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo. |
19 | Sin embargo, es preciso que se formen partidos entre ustedes, para que se pongan de manifiesto los que tienen verdadera virtud. |
20 | Cuando se reúnen, lo que menos hacen es comer la Cena del Señor, |
21 | porque apenas se sientan a la mesa, cada uno se apresura a comer su propia comida, y mientras uno pasa hambre, el otro se pone ebrio. |
22 | ¿Acaso no tienen sus casas para comer y beber? ¿O tan poco aprecio tienen a la Iglesia de Dios, que quieren hacer pasar vergüenza a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Los voy a alabar? En esto, no puedo alabarlos. |
23 | Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, |
24 | dio gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía». |
25 | De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía». |
26 | Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que él vuelva. |
27 | Por eso, el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente tendrá que dar cuenta del Cuerpo y de la Sangre del Señor. |
28 | Que cada uno se examine a sí mismo antes de comer este pan y beber esta copa; |
29 | porque si come y bebe sin discernir el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación. |
30 | Por eso, entre ustedes hay muchos enfermos y débiles, y son muchos los que han muerto. |
31 | Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos condenados. |
32 | Pero el Señor nos juzga y nos corrige para que no seamos condenados con el mundo. |
33 | Así, hermanos, cuando se reúnan para participar de la Cena, espérense unos a otros. |
34 | Y si alguien tiene hambre, que coma en su casa, para que sus asambleas no sean motivo de condenación. Lo demás lo arreglaré cuando vaya. |