01 | Procuren alcanzar ese amor, y aspiren también a los dones espirituales, sobre todo al de profecía. |
02 | Porque aquel que habla un lenguaje incomprensible no se dirige a los hombres sino a Dios, y nadie le entiende: dice en éxtasis cosas misteriosas. |
03 | En cambio, el que profetiza habla a los hombres para edificarlos, exhortarlos y reconfortarlos. |
04 | El que habla un lenguaje incomprensible se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica a la comunidad. |
05 | Mi deseo es que todos ustedes tengan el don de lenguas, pero prefiero que profeticen, porque el que profetiza aventaja al que habla un lenguaje incomprensible. A no ser que este último también interprete ese lenguaje, para edificación de la comunidad. |
06 | Supongamos, hermanos, que yo fuera a verlos y les hablara en esa forma, ¿de qué les serviría si mi palabra no les aportara ni revelación, ni ciencia, ni profecía, ni enseñanza? |
07 | Sucedería lo mismo que con los instrumentos de música, por ejemplo, la flauta o la cítara. Si las notas no suenan distintamente, nadie reconoce lo que se está ejecutando. |
08 | Y si la trompeta emite un sonido confuso, ¿quién se lanzará al combate? |
09 | Así les pasa a ustedes: si no hablan de manera inteligible, ¿cómo se comprenderá lo que dicen? Estarían hablando en vano. |
10 | No sé cuántos idiomas diversos hay en el mundo, y cada uno tiene sus propias palabras. |
11 | Pero si ignoro el sentido de las palabras, seré como un extranjero para el que me habla y él lo será para mí. |
12 | Así, ya que ustedes ambicionan tanto los dones espirituales, procuren abundar en aquellos que sirven para edificación de la comunidad. |
13 | Por esta razón, el que habla un lenguaje incomprensible debe orar pidiendo el don de interpretarlo. |
14 | Porque si oro en un lenguaje incomprensible, mi espíritu ora, pero mi inteligencia no saca ningún provecho. |
15 | ¿Qué debo hacer entonces? Orar con el espíritu y también con la inteligencia, cantar himnos con el espíritu y también con la inteligencia. |
16 | Si bendices a Dios solamente con el espíritu, ¿cómo podrá el no iniciado decir «Amén» a tu acción de gracias, ya que no entiende lo que estás diciendo? |
17 | Sin duda, tu acción de gracias es excelente, pero eso no sirve de edificación para el otro. |
18 | Yo doy gracias a Dios porque tengo el don de lenguas más que todos ustedes. |
19 | Sin embargo, cuando estoy en la asamblea prefiero decir cinco palabras inteligibles, para instruir a los demás, que diez mil en un lenguaje incomprensible. |
20 | Hermanos, no sean como niños para juzgar; séanlo para la malicia, pero juzguen como personas maduras. |
21 | En la Ley está escrito: Yo hablaré a este pueblo en lenguas extrañas y por boca de extranjeros; con todo, ni aun así me escucharán, dice el Señor. |
22 | Esto quiere decir que el don de lenguas es un signo, no para los que creen, sino para los que se niegan a creer; la profecía, en cambio, es para los que tienen fe. |
23 | Por otra parte, si al reunirse la asamblea, todos se ponen a hablar en un lenguaje incomprensible y entran algunos que no están iniciados o no son creyentes, seguramente pensarán que ustedes están locos. |
24 | En cambio, si todos profetizan y entra alguno de esos hombres, todos podrán convencerlo y examinarlo. |
25 | Así quedarán manifiestos los secretos de su corazón, y él, cayendo de rodillas, adorará a Dios y proclamará que Dios está realmente entre ustedes. |
26 | Hermanos, ¿qué conclusión sacaremos de todo esto? Cuando se reúnen, uno puede cantar salmos, otro enseñar, o transmitir una revelación, o pronunciar un discurso en un lenguaje incomprensible, o bien, interpretarlo. Que todo sirva para la edificación común. |
27 | ¿Se tiene el don de lenguas? Que hablen dos, o a lo sumo tres, y por turno, y que alguien interprete. |
28 | Si no hay intérprete, que se callen y que cada uno hable consigo mismo y con Dios. |
29 | Con respecto a los profetas, que hablen dos o tres y que los demás juzguen lo que ellos dicen. |
30 | Si algún otro asistente recibe una revelación, que se calle el que está hablando. |
31 | Así todos tendrán oportunidad de profetizar, uno por uno, para que todos sean instruidos y animados. |
32 | Los que tienen el don de profecía deben ser capaces de controlar su inspiración, |
33 | porque Dios quiere la paz y no el desorden. Como en todas las Iglesias de los santos, |
34 | que las mujeres permanezcan calladas durante las asambleas: a ellas no les está permitido hablar. Que se sometan, como lo manda la Ley. |
35 | Si necesitan alguna aclaración, que le pregunten al marido en su casa, porque no está bien que la mujer hable en las asambleas. |
36 | ¿Acaso la Palabra de Dios ha salido de ustedes o ustedes son los únicos que la han recibido? |
37 | Si alguien se tiene por profeta o se cree inspirado por el Espíritu, reconozca en esto que les escribo un mandato del Señor, |
38 | y si alguien no lo reconoce como tal, es porque Dios no lo ha reconocido a él. |
39 | En conclusión, hermanos, aspiren al don de la profecía y no impidan que se hable en un lenguaje incomprensible. |
40 | Pero todo debe hacerse con decoro y ordenadamente. |