| El demonio no soporta ver a Jesús, Hijo de Dios, ni a ninguno de sus hermanos. Por eso repite cada día: "soy hijo de Dios" y vive como quien eres. El que ha nacido de Dios no peca, porque el germen de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. Los hijos de Dios y los hijos del demonio se manifiestan en esto: el que no practica la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano. (1 Jn 3, 9-10) | |