01 | Del maestro de coro. De David. Salmo. Dios de mi alabanza, no te quedes callado, |
02 | porque unos hombres malvados y mentirosos han abierto su boca contra mí. Me han alabado con mentira en los labios, |
03 | me han envuelto con palabras de odio, me combaten sin motivo. |
04 | Me acusan, a cambio de mi amor, aunque yo oraba por ellos. |
05 | Me devuelven mal por bien y odio por amor, diciendo: |
06 | «Que se ponga contra él a un impío, y tenga un acusador a su derecha; |
07 | que salga condenado del juicio y su apelación quede frustrada. |
08 | Que sean pocos sus días y que otro ocupe su cargo; |
09 | que sus hijos queden huérfanos, y su mujer, viuda. |
10 | Que sus hijos vayan errantes, pidiendo limosna, y sean echados de sus casas derruidas; |
11 | que el acreedor se apodere de sus bienes, y gente extraña le arrebate sus ganancias. |
12 | Que ni uno solo le tenga piedad, y nadie se compadezca de sus huérfanos; |
13 | que su posteridad sea exterminada, y en una generación desaparezca su nombre. |
14 | Que el Señor recuerde la culpa de sus padres, y no borre el pecado de su madre: |
15 | que estén siempre delante del Señor, y él extirpe su recuerdo de la tierra. |
16 | Porque nunca pensó en practicar la misericordia, sino que persiguió hasta la muerte al pobre, al desvalido y al hombre atribulado. |
17 | Amó la maldición: que recaiga sobre él; no quiso la bendición: que se retire de él. |
18 | Se revistió de la maldición como de un manto: ¡que ella penetre como agua en su interior y como aceite en sus huesos; |
19 | que sea como un vestido que lo cubra y como un cinturón que lo ciña para siempre!». |
20 | Que así retribuya el Señor a mis acusadores, a aquellos que me calumnian. |
21 | Pero tú, Señor, trátame bien, por el honor de tu Nombre; líbrame, por la bondad de tu misericordia. |
22 | Porque yo soy pobre y miserable, y mi corazón está traspasado; |
23 | me desvanezco como sombra que declina, soy sacudido como la langosta. |
24 | De tanto ayunar se me doblan las rodillas, y mi cuerpo está débil y enflaquecido; |
25 | soy para ellos un ser despreciable, al verme, mueven la cabeza. |
26 | Ayúdame, Señor, Dios mío, sálvame por tu misericordia, |
27 | para que sepan que aquí está tu mano, y que tú, Señor, has hecho esto; |
28 | no importa que ellos maldigan, con tal que tú me bendigas. Queden confundidos mis adversarios, mientras tu servidor se llena de alegría: |
29 | que mis acusadores se cubran de oprobio, y la vergüenza los envuelva como un manto. |
30 | Yo daré gracias al Señor en alta voz, lo alabaré en medio de la multitud, |
31 | porque él se puso de parte del pobre, para salvarlo de sus acusadores. |