01 | Canto de peregrinación. De David. Mi corazón no se ha ensoberbecido, Señor, ni mis ojos se han vuelto altaneros. No he pretendido grandes cosas ni he tenido aspiraciones desmedidas. | 02 | No, yo aplaco y modero mis deseos: como un niño tranquilo en brazos de su madre, así está mi alma dentro de mí. | 03 | Espere Israel en el Señor, desde ahora y para siempre. |
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