01 | ¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos, |
02 | sino que se complace en la ley del Señor y la medita de día y de noche! |
03 | El es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien. |
04 | No sucede así con los malvados: ellos son como paja que se lleva el viento. |
05 | Por eso, no triunfarán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos; |
06 | porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal. |