01 | Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Para oboes. Canto. |
02 | Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. |
03 | Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar. |
04 | Que hiervan y bramen sus olas, que sacudan a los montes con su furia: El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. |
05 | El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada. |
06 | Teniendo a Dios en medio, no vacila; Dios la socorre al despuntar la aurora. |
07 | Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan; pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra. |
08 | El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. |
09 | Venid a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra: |
10 | Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe, rompe los arcos, quiebra las lanzas, prende fuego a los escudos. |
11 | «Rendíos, reconoced que yo soy Dios: más alto que los pueblos, más alto que la tierra». |
12 | El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. |