01 | Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. |
02 | Ella estaba en el principio con Dios. |
03 | Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. |
04 | En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. |
05 | La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron. |
06 | Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. |
07 | Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. |
08 | El no era luz, sino el testigo de la luz. |
09 | La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. |
10 | Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció. |
11 | Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. |
12 | Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. |
13 | Los cuales no han nacido de la sangre, ni del deseo de la carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. |
14 | Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. |
15 | Juan da testimonio de él, al declarar: «Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo». |
16 | De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia: |
17 | porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. |
18 | Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre. |
19 | Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: «¿Quién eres tú?». |
20 | El confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: «Yo no soy el Mesías». |
21 | «¿Quién eres, entonces?», le preguntaron: «¿Eres Elías?». Juan dijo: «No». «¿Eres el Profeta?». «Tampoco», respondió. |
22 | Ellos insistieron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?» |
23 | Y él les dijo: «Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías». |
24 | Algunos de los enviados eran fariseos, |
25 | y volvieron a preguntarle: «¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?». |
26 | Juan respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: |
27 | él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia». |
28 | Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán donde Juan bautizaba. |
29 | Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. |
30 | A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. |
31 | Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel». |
32 | Y Juan dio este testimonio: «He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él. |
33 | Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo". |
34 | Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios». |
35 | Al día siguiente, estaba Juan otra vez allí con dos de sus discípulos |
36 | y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: «Este es el Cordero de Dios». |
37 | Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. |
38 | El se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: «¿Qué quieren?». Ellos le respondieron: «Rabbí -que traducido significa Maestro- ¿dónde vives?». |
39 | «Vengan y lo verán», les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. |
40 | Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. |
41 | Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo «Hemos encontrado al Mesías», que traducido significa Cristo. |
42 | Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas», que traducido significa Pedro. |
43 | Al día siguiente, Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Sígueme». |
44 | Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. |
45 | Felipe encontró a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret». |
46 | Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?». «Ven y verás», le dijo Felipe. |
47 | Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez». |
48 | «¿De dónde me conoces?», le preguntó Natanael. Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera». |
49 | Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». |
50 | Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees. Verás cosas más grandes todavía». |
51 | Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre». |