01 | Acerca de la Venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, les rogamos, hermanos, |
02 | que no se dejen perturbar fácilmente ni se alarmen, sea por anuncios proféticos, o por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que hacen creer que el Día del Señor ya ha llegado. |
03 | Que nadie los engañe de ninguna manera. Porque antes tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre impío, el Ser condenado a la perdición, |
04 | el Adversario, el que se alza con soberbia contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta llegar a instalarse en el Templo de Dios, presentándose como si fuera Dios. |
05 | ¿No recuerdan que cuando estuve con ustedes les decía estas cosas? |
06 | Ya saben qué es lo que ahora lo retiene, para que no se manifieste sino a su debido tiempo. |
07 | El misterio de la iniquidad ya está actuando. Sólo falta que desaparezca el que lo retiene, |
08 | y entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor Jesús destruirá con el aliento de su boca y aniquilará con el resplandor de su Venida. |
09 | La venida del Impío será provocada por la acción de Satanás y estará acompañada de toda clase de demostraciones de poder, de signos y falsos milagros, |
10 | y de toda clase de engaños perversos, destinados a los que se pierden por no haber amado la verdad que los podía salvar. |
11 | Por eso, Dios les envía un poder engañoso que les hace creer en la mentira, |
12 | a fin de que sean condenados todos los que se negaron a creer en la verdad y se complacieron en el mal. |
13 | Nosotros, por nuestra parte, siempre debemos dar gracias a Dios, a causa de ustedes, hermanos amados por el Señor. En efecto, Dios los eligió desde el principio para que alcanzaran la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. |
14 | Él los llamó, por medio de nuestro Evangelio, para que posean la gloria de nuestro Señor Jesucristo. |
15 | Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y conserven fielmente las tradiciones que aprendieron de nosotros, sea oralmente o por carta. |
16 | Que nuestro Señor Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza, |
17 | los reconforte y fortalezca en toda obra y en toda palabra buena. |