01 | Yo, el Presbítero -y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad- saludo a la Comunidad elegida y a sus miembros, a los que amo de verdad, |
02 | a causa de la verdad que permanece en nosotros y que estará con nosotros para siempre. |
03 | También estarán con nosotros la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, en la verdad y en el amor. |
04 | Me he alegrado muchísimo al encontrar a algunos hijos tuyos que viven en la verdad, según el mandamiento que hemos recibido del Padre. |
05 | Y ahora te ruego: amémonos los unos a los otros. Con lo cual no te comunico un nuevo mandamiento, sino el que tenemos desde el principio. |
06 | El amor consiste en vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Y el mandamiento que ustedes han aprendido desde el principio es que vivan en el amor. |
07 | Porque han invadido el mundo muchos seductores que no confiesan a Jesucristo manifestado en la carne. ¡Ellos son el Seductor y el Anticristo! |
08 | Ustedes estén alerta para no perder el fruto de sus trabajos, de manera que puedan recibir una perfecta retribución. |
09 | Todo el que se aventura más allá de la doctrina de Cristo y no permanece en ella, no está unido a Dios. En cambio, el que permanece en su doctrina está unido al Padre, y también al Hijo. |
10 | Si alguien se presenta ante ustedes y no trae esta misma doctrina, no lo reciban en su casa ni lo saluden. |
11 | Porque el que lo saluda se hace cómplice de sus malas obras. |
12 | Tendría muchas otras cosas que escribirles, pero no quise hacerlo por carta, porque espero ir a verlos para hablar con ustedes personalmente, a fin de que nuestra alegría sea completa. |
13 | También te saludan fraternalmente los hijos de esta Comunidad elegida. |