01 | ¡Ay de la rebelde, de la impura, de la ciudad opresora! |
02 | Ella no escuchó el llamado, no aprendió la lección, no puso su confianza en el Señor ni se acercó a su Dios. |
03 | Sus jefes, en medio de ella, son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos, que no dejan nada para roer a la mañana; |
04 | sus profetas son fanfarrones, hombres traicioneros; sus sacerdotes han profanado las cosas santas y han violado la Ley. |
05 | El Señor es justo en medio de ella, no comete injusticias; él dicta su sentencia cada mañana, nunca falta al despuntar el día. Pero el injusto no conoce la vergüenza. |
06 | Yo he arrasado naciones, sus almenas fueron destruidas; dejé desiertas sus calles, nadie las transita; sus ciudades fueron saqueadas, ¡no queda ni un hombre, ni un solo habitante! |
07 | Yo pensaba: «Al menos tú me temerás, tú aprenderás la lección; no podrá apartarse de sus ojos todo aquello con que yo la he castigado». ¡Pero ellos no se cansaron de pervertir todas sus acciones! |
08 | Por eso, espérenme -oráculo del Señor- esperen el día en que yo me levantaré como testigo; porque yo he decidido reunir a las naciones y congregar a los reinos, para derramar sobre ellos mi indignación y todo el ardor de mi ira. Porque por el fuego de mis celos será devorada toda la tierra. |
09 | Entonces, yo haré que sean puros los labios de los pueblos, para que todos invoquen el nombre el Señor y lo sirvan con el mismo empeño. |
10 | Desde más allá de los ríos de Cus, mis adoradores, los que están dispersos, me traerán ofrendas |
11 | Aquel día, ya no tendrás que avergonzarte de las malas acciones con las que me has ofendido, porque yo apartaré a esos jactanciosos prepotentes que están en medio de ti, y ya no volverás a engreírte sobre mi santa Montaña. |
12 | Yo dejaré en medio de ti a un pueblo pobre y humilde, que se refugiará en el nombre del Señor. |
13 | El resto de Israel no cometerá injusticias ni hablará falsamente; y no se encontrarán en su boca palabras engañosas. Ellos pacerán y descansarán sin que nadie los perturbe. |
14 | ¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén! |
15 | El Señor ha retirado las sentencias que pesaban sobre ti y ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no temerás ningún mal. |
16 | Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos! |
17 | ¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! El exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría, |
18 | como en los días de fiesta. Yo aparté de ti la desgracia, para que no cargues más con el oprobio. |
19 | En aquel tiempo, yo exterminaré a todos tus opresores, salvaré a las ovejas tullidas, reuniré a las descarriadas, y les daré fama y renombre en todos los países donde tuvieron que avergonzarse. |
20 | En aquel tiempo, yo los haré volver, en aquel tiempo, los reuniré. Sí, les daré fama y renombre entre todos los pueblos de la tierra, cuando cambie la suerte de ustedes ante sus propios ojos, dice el Señor. |