![]() GoogleEspaña celebra el 160 cumpleaños del inventor y matemático español Leonardo Torres Quevedo, que paso a la historia por sus trabajos en el campo de la ingeniería aplicada a la construcción de transbordadores y por su trabajo con máquinas analógicas de cálculos entre otros avances. El doodle aparece una representación de Torres Quevedo a bordo de un transbordador, cruzando un río. Junto al ingeniero español Google ha situado dos piezas de ajedrez.
A los 16 años, después del estudio del Bachillerato, se traslada junto a su familia a Madrid debido al cambio de lugar de trabajo de su padre. Será allí donde desarrolle sus primeras investigaciones que se verán interrumpidas por viajes a París y a otras zonas de España. En 1873, Leonardo Torres Quevedo se une a los ejércitos reales que hacen frente al levantamiento carlista en el norte de España. Durante un año, participa en diferentes maniobras de las tropas y toma parte en el asedio de Bilbao. En 1874, se gradúa como el cuarto de su promoción. Al ser heredero de sus cuidadoras, las Barrenechea, esto le permite ser independiente a una edad temprana.
Torres Quevedo ganó fama mundial por importantes avances en el campo del diseño de transbordadores y teléfericos. Destaca su trabajo para la construcción del Spanish Aerocar, un transbordador ubicado en las cataratas del Niágara, en Canadá. El transbordador cuenta con 580 metros de longitud y se trata principlamente de un funicular que une dos orillas del Niágara. Lo construyó entre 1914 y 1916. El transbordador continúa hoy en día en uso.
También son célebres los trabajos en el campo del desarrollo de máquinas analógicas de cálculo. El ingeniero español aplicó dichos ingenios de cálculo para desarrollar distintas máquinas capaces de resolver ecuaciones de segundo grado con coeficientes complejos, y un integrador. En la actualidad la máquina Torres Quevedo se conserva en el museo de la ETS de Ingenieros de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid. Además, utilizó sus conocimientos para crear una máquina denominada el Ajedrecista, aplicando su experiencia en una máquina autónoma de ajedrez.
En 1920 ingresa en la Real Academia Española, en el sillón que había ocupado Pérez Galdós, y pasa a ser miembro de la sección de Mecánica de la Academia de Ciencias de París. Fue también elegido presidente de la Sociedad Matemática Española, cargo que ocupó hasta 1924. Además en ese año creó su segundo autómata ajedrecista. En 1922 la Sorbona le nombra Doctor Honoris Causa y, en 1927 se le nombra uno de los doce miembros asociados de la Academia de Ciencias de París. Fue un decidido partidario del idioma internacional esperanto, que apoyó, entre otros lugares, en el Comité de Cooperación Cultural de la Sociedad de Naciones. Murió en Madrid, en plena Guerra Civil el 18 de diciembre de 1936, cuando le faltaban 10 días para cumplir 84 años. |