Google se unió a las celebraciones con un “doodle” de la silueta gris del puente sosteniendo su logotipo escrito en sus característicos colores. El emblemático Puente de la Bahía de Sídney, llamado “la percha”, cumple ochenta años convertido en un símbolo de la ciudad y en un ícono turístico. La gigantesca estructura metálica arqueada, que se posa en dos inmensos pilares de cemento, fue inaugurada el 19 de marzo de 1932 por el entonces jefe de Gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, John T. Lang, ante 300.000 ciudadanos, casi un tercio de las personas que habitaban la ciudad. La paternidad de la obra civil se le atribuye al ingeniero australiano John Job Crew Bradfield, quien trabajaba para el Ministerio estatal de Obras Públicas y supervisó el diseño y el proceso de construcción, que duró ocho años, a cargo del consorcio británico Dorman Long y Middlesbrough. Al igual que la Estatua de la Libertad de Nueva York, el puente se convirtió en una imagen entrañable para muchos inmigrantes que arribaban en barcos a Sídney tras la Segunda Guerra Mundial en busca de mejor fortuna. Retratado innumerables veces junto a la Casa de la Ópera, el puente tiene más de 1,49 kilómetros de largo, 134 metros de altura, pesa unas 52.800 toneladas y cuenta con más de 6 millones de remaches para sostener un máximo de 20.000 toneladas de peso. La estructura, que comunica el norte con el centro de la ciudad, fue en su día uno de los puentes de hierro arqueados más grandes del mundo. |
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