GoogleArgentina celebra el 85 cumpleaños de Olga Ferri, bailarina argentina y una de las grandes figuras de la danza clásica del país. El doodle muestra a la bailarina Olga Ferri y su cuerpo de baile del Ballet Estable del Teatro de Colon en Giselle. Olga Ferri nació el 20 de septiembre 1928 en Buenos Aires, Argentina. Fue alumna de Esmée Bulnes y había egresado del Instituto de Arte del Colón y debutó en la compañía oficial a los 18 años; saltó al rango de solista y desde 1949 primera bailarina del ballet del teatro protagonizando los estrenos de Romeo y Julieta, Los pájaros de Margarita Wallmann, Sinfonía fantástica de Léonide Massine. Fue durante décadas primera figura del ballet del Teatro Colón de Buenos Aires. Junto a Esmeralda Agoglia, María Ruanova, Violeta Janeiro y la malograda Norma Fontenla, integró el notable grupo de primeras bailarinas del teatro porteño entre las décadas del 50-70. En 1954 estrena La dama y el unicornio de Heinz Rosen sobre idea de Jean Cocteau y en 1958, Alicia Alonso la elige para Giselle como la primera bailarina argentina que la interpreta en su versión coreográfica original. Su carrera internacional la lleva a Brasil; París, perfeccionándose allí con Víctor Gsovsky, Nicolás Zverev y Boris Kniaseff; Múnich; Berlín, y luego como solista del Ballet del Marqués de Cuevas y del London's Festival Ballet en 1960, 1961, 1963 y 1966 donde baila Giselle, La doncella de nieve, El espectro de la rosa y otras. En esa compañía británica protagonizó el estreno de la versión integral de El lago de los cisnes coreografiado por Jack Carter y Muerte del cisne. Alterna su actividad internacional con el Teatro Colón donde en 1971 Rudolf Nureyev la elige para su versión de El cascanueces que estrena junto a él en Buenos Aires y donde también baila "Coppelia”, “La bella durmiente del bosque”, “Orfeo” de Andrade; y los estrenos mundiales de “Romeo y Julieta” (junto a José Neglia) y “La Cenicienta” de George Skibine y “La Sylphide” de Pierre Lacotte.
A partir de 1973, se presenta en Nueva York y Washington y otras ciudades de la unión americana. Olguita, como la llamaban sus admiradores, bailó hasta los 49 años, una edad infrecuente para marcar el límite de un bailarín, pero el fuego de Olga y su férrea disciplina le posibilitaron esta longevidad artística, lograr -aún en edad avanzada- ritirarse in bellezza , como llaman los artistas de la ópera y de la danza al abandono de una carrera en óptimas condiciones físicas. Y, casi cincuentenaria, en 1977 se atrevió a componer por última vez una Coppelia de Leo Delibes. En dos oportunidades fue directora del Ballet Estable del Teatro Colón y como maestra del ballet de Chile. Junto a su esposo y primer bailarín del Colón, Enrique Lommi, Ferri fundó un estudio de danza donde formó a generaciones de grandes figuras del ballet argentino como Paloma Herrero, bailarina principal desde 1995 del American Ballet Theatre de Nueva York y Ludmila Pagliero, étoile del Ballet de la Ópera de París.
Enseñar a bailar para ella era "una pasión". Según describió en una entrevista, era "como la jardinería, pero una jardinería humana. A un cuerpo hay que ponerle un tutor, al otro hay que correrlo un poco del sol, a aquél hay que recortarlo por acá. La danza es pintura, escultura, música. Es un arte compuesto".
En 1977 obtuvo el Gran Premio de Honor Fondo Nacional de las Artes; en 1984 la Orden al Mérito de los Caballeros de San Martín de Tours en el Histórico Cabildo; y en 1989 fue galardonada con el Premio Konex de Platino. Antes de fallecer, a punto de cumplir 84 años, Olga Ferri, fue nombrada en 2008 Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Olga Ferri murió el 15 de septiembre de 2012, cuando tenía 83 años. |
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