Google conmemora el 93 cumpleaños de la compositora, poetisa y una de las interpretes mas queridas por los peruanos, Chabula Granda. El doodle muestra a la cantante ataviada con un vestido rojo y un micrófono, acompaña la imagen el texto en letra corrida que forma la palabra Google que se funde a la vez con el cable del micrófono que alza la figura de Chabuna Granda. María Isabel Granda y Larco nació el 3 de septiembre de 1920 en Cotabambas, Perú. Esta artista peruana comienza a cantar a los 12 años de edad, y forma parte del coro del elitista Colegio Sagrados Corazónes Sophianum de Lima por su voz de soprano. Una operación le produjo la voz grave con la que se dio a conocer. Formó parte del conjunto "Luz y Sombra" junto con Soledad Mujica.
En 1940 formó un trío con Martha y Charo Gibson; interpretaban canciones mexicanas, muy de moda en la época. Dos años más tarde contrajo matrimonio con el brasileño Enrique Demetrio Fuller Da Costa, del que se separó en 1952. Su despliegue personal como cantautora se inicia luego de su divorcio, que fue visto como un escándalo para la sociedad limeña de aquella época. Creo e interpreto un gran número de valses criollos y ritmos afro-peruanos. Su canción más conocida, “La Flor de la Canela”, ha sido traducida a muchos idiomas y se ha convertido en una especie de himno para los peruanos.
Su talento creativo se manifiesta en sus obras musicales “La flor de la canela”, “Lima de veras”, “José Antonio”, “Fina estampa”, “El gallo camarón” “Bello durmiente”, “Coplas a fray martín”, “Cardo o ceniza”, “El dueño ausente”, “Mi ofrenda”, “El puente de los suspiros”, “Zeñó manué”, “Carnaval de calles”, que fueron las más difundidas; sin embargo, la obra de la gran maestra, fue vasta, conservando un elevado nivel poético y musical, que la destaca nítidamente en su generación y las posteriores. Ella rompe la estructura rítmica convencional del vals peruano, y sus melodías, de tesitura muy amplia, alternaron el nuevo lenguaje que propuso con el de los antiguos valses de salón. Su producción también revela una estrecha relación entre letra y melodía, que fue variando con el tiempo hacia una tendencia poética cada vez más sintética. Chabuca Granda hace un viaje por el mundo y trabaja mucho tiempo con el guitarrista pionero del Perú, Oscar Avilés. Más adelante, Chabuca quebrantó incluso las estructuras de la poesía convencional, y el ritmo de las canciones seguirá los pasos de esa evasión de las rimas, consonancias y métricas dadas. A este última etapa pertenece un ciclo de canciones dedicadas a la chilena Violeta Parra y a Javier Heraud, poeta peruano asesinado en 1963. En sus últimos años, Chabuca Granda interpretó un repertorio ligado al renacimiento de la música negra afro-peruana que, a pesar de haber estado presente a nivel popular, había sido denostado por razones sociales y raciales. Manejó con maestría “negra” el abanico de ritmos que han enriquecido por años la música popular peruana. Ella se convirtió en una de las mujeres más destacadas del país y falleció el 8 de marzo de 1993, en Estados Unidos, debido a un mal cardíaco. |