La Peña de Bernal y el Pueblo Mágico

Ya les platiqué como con un viaje a San Miguel de Allende comenzó este gusto por recorrer pueblos mágicos de México. El siguiente lugar visitado después de ese fue el pueblo de Bernal y su maravillosa Peña.

Hasta hace poco estaba enterado de que era el 2do monolito de piedra más grande del mundo después del Peñón de Gibraltar, pero no. Es la tercera, ya que antes también se encuentra el monolito de Pan de Azúcar en Brasil.

Bernal fue declarado Pueblo Mágico de México en el año 2005, y la Peña de Bernal fue declarada Maravilla Natural de México por votación popular.

Visitando la Peña de Bernal

Llegando al pueblo de Bernal, la Peña se muestra majestuosa e invita a visitarla inmediatamente. Se puede llegar con el carro hasta la base de la misma, y de ahí se inicia el ascenso a pie. Aunque subimos unos cuantos metros, el cansancio y el calor nos vencen y no pudimos llegar hasta la cima. Aún así, se logra tener una excelente vista aérea del pueblo.

Al bajar, en los locales comerciales nos refrescamos con una clásica y sabrosa michelada para tratar de sacudirnos el calor. Compramos algunos recuerditos, de los que destaca un pequeño ratoncito de lana que nos ha permitido jugarle bromas a más de una persona.

El primer objetivo se había cumplido y ya habíamos puesto pie en esa piedrototota maravilla de México y podiamos ir a recorrer el pueblo.

El pueblo Mágico de Bernal

Recorrer a pie por Bernal es caminar por esa cultura Mexicana que tanto gusta y disfrutan los extranjeros, y que los mexicanos debemos aprovechar y disfrutar también. Hay mucha venta de artesanía y comida tradicional mexicana. En los callejones del pueblo aprovechamos para deleitar al paladar con ricas gorditas de maiz azul, rellenas con diferentes guisados: carne deshebrada con papa, Chicharrón, Chorizo, y rica agua de horchata natural (no de esa espantosa que se hace con sobres de sabor)

El pueblo en sí no es muy grande y se puede recorrer a pie para conocer todos sus atractivos, que por la fecha, estaban adornados con banderas de México y con papel picado mostrando imagenes de nuestros héroes de la independencia y con colores patrios.

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  El castillo

• El jardín principal,

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  El Templo de San Sebastían Martir , donde tuvimos la oportunidad de apreciar a un novio muy nervioso, vestido todo de blanco, como palomo, esperanda la llegada de la novia. Atrás, en el salón donde se realizaría la fiesta, se escucha a los músicos listos para amenizar la fiesta.

• El templo de las ánimas (que lamentablemente no está muy bien conservado)

• El mercado de comida (cuya arquitectura no encaja con el pueblo)

Ya entrada un poco la tarde, el retumbar de los truenos en el cielo amenzan que la lluvia está cerca, aunque realmente sólo sentimos unas cuantas gotas de agua sobre nuestras caras. De cualquier forma, es hora de partir rumbo a la ciudad de Querétaro para pasar la noche.

Tenemos dos pretextos para regresar a Bernal:

1. No nos quedamos a dormir en el pueblo para apreciar el espectáculo de luces que se ofrece e ilumina la peña en las noches.

2. El ambiente y la tranquilidad del pueblo y el caminar a lado de mi esposa produjeron algunas cantidades de dopamina, oxitocina y norepinefrina (químicos del amor), así que el paseo y la velada en Querétaro tuvieron sus momentos románticos.

   Esperemos visitarla de nuevo pronto.

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