Punta Mita, una playa para la paz

De regreso a Punta Mita

Hace unos pocos meses, fuimos a visitar de nuevo la playa de Punta Mita. La playa del hotel donde nos hospedamos tiene poca gente y se puede disfrutar mucho sin engentarse; teníamos muchas ganas de regresar, porque mi esposa e hijos consideran que esas son las mejores vacaciones que han tenido.

En esta ocasión fuimos únicamente mi esposa y yo, ya que los calendarios escolares no se pudieron acomodar para ir todos juntos. Parece que así será de ahora en adelante. Comencemos pues a platicar las experiencias de este viaje.

Los colores de Punta Mita

Las olas del mar estaban altas en esta ocasión, y pudimos apreciar a varios jóvenes practicando el surfing; es diferente verlo en la televisión que ver a los surfistas en vivo.

El atardecer nos regala un cielo de color rosado. Hermoso realmente.

Punta Mita, sus sonidos

En todos los destinos de playa, los sonidos más relajantes son escuchar el ir y venir de las olas del mar. Pero en esta ocasión hubo además un momento especial durante la cena, ya que la cantante que amenizaba la primera noche nos habló acerca de la canción "Solamente una vez" que fue compuesta por Agustín Lara y dedicada a su amigo, cantante y actor José Mojica al saber que se convertiría en fraile franciscano. Una canción de amor del hombre a su Dios.

La buena charla no puede faltar. Si bien esta plática se disfruta en muchos lados, el hecho de no tener prisas, y de ir únicamente en pareja alargó los momentos de conversación.

Los sabores y olores en el viaje a Punta Mita

En esta ocasión hubo un cambio en el menú del hotel, y francamente no fue para mejorar. El mejor sabor estuvo en los postres (nieve y strudel de limón y de manzana). Los tacos de camarón fueron los que repetimos y las pizzas individuales muy a la italiana. Normalmente no me gusta el olor de las pizzas, pero ahora era diferente, me atraía el olor. Quizá estaba de mejor humor. El disfrutar del vino tinto le dio mucha calma a las comidas.

Punta Mita en la piel

Hubo días de mucho calor, y días nublados. En los días tan asoleados lo mejor era refrescar el cuerpo ya sea en el mar, o en la alberca.

También caminamos una tarde bajo una ligera llovizna. La lluvia es parte de la vida, de la naturaleza, y hay que disfrutar la naturaleza.

Les recomiendo mucho ir a Punta Mita

No sé si se disfrute igual Punta Mita por la zona de los grandes hoteles, pero ir a la playa por la zona de la Cruz de Huanacaxtle en un ambiente más privado, a mí me agrada más.

En estas vacaciones, mientras mucha gente se encontraba buscando pokemones, yo en lo personal me encontraba con los regalos que Dios nos da a través de la naturaleza.

Buen viaje.