Una abeja en el oídoEsta es una historia real. Hace unos días, un grupo de jóvenes estaban realizando actividades de integración al aire libre. En una de esas actividades golpearon accidentalmente (ya que estaban vendados) un panal de abejas. Las abejas reaccionaron ante la amenaza, y picaron varias veces a cuánto muchacho se encontraron. Pero una abeja se perdió y entró en el oído de uno de los jóvenes, quien ante la presencia del insecto se tiró al suelo y pedía ayuda para que la sacaran. Los demás no la veían y no creíanLos demás, jóvenes y adultos, no veían a la intrusa. Unos pensaban que fingía, otros que era tanta su ansiedad que se lo imaginaba, otros que solo quería llamar la atención. Como no veían la abeja, no creían que ahí estuviera. Era tal la incredulidad a la presencia de la famosa abeja, que no querían llevar al joven con un doctor. "Ya, vente, sigamos con las actividades normales", le decían. El joven, sabiendo que ahí estaba, insistió: O me llevan al doctor, o me llevan al doctor. Y lo llevaron más a fuerzas que de ganas. Una vez con la doctora, ésta utilizo su equipo para asomarse al oído y declaró: "Este joven no tiene ninguna abeja en el oído". El joven contestó: Yo sé que ahí está una abeja, si no la ven, no significa que no esté ahí. Yo la siento, yo se que ahí está. Y ahí estaba la abejaLa doctora por fin hizo lo que tenía, e inyectó agua a presión. Salió mucha cerilla. La doctora sentenció: "Lo que traías era cerilla". El joven contestó: La abeja existe, y se dónde está. La doctora se volvió a asomar y exclamó... "Se que me vas a matar, pero ya veo la abeja"... Y con unas pinzas la sacó. ¿Qué enseñanzas tiene esto?
¡así es la vida del cristiano que vive y anuncia a Cristo!Autor:Juan Zarlene |
4 enseñanzas de la corona de adviento | Acerca del valle de lágrimas