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 Hay lugares que por su puro nombre, prometen algo que finalmente no cumplen. Recuerde nada más el famoso Desierto de los Leones, en la Ciudad de México, que ni es desierto, ni tiene leones, o la isla Navidad, en donde dudo que encontrara algo que remotamente se pareciera a un reno o un duende. ¿O qué tal las islas Sandwich? Los emparedados que usted encuentre ahí, seguramente no serán más espectaculares que los de la carta de cualquier buena cafetería de su localidad. Por supuesto, todos estos nombres tienen un por qué, aunque éste no quede muy cerca de lo literal. Hablando de café, ¿qué lugar del mundo, por su nombre, le ofrece a usted, de menos, una rica taza de esa bebida y una buena conversación? No se haga muchas expectativas. La realidad podría ser desoladora. Ya que estábamos de vacaciones, dejamos la respuesta de Iñaki, tal cual: Se trata de la isla KaffeKlubben, en danés "club de café". En este lugar, uno de los más al norte del planeta, muy cerca del polo, no hay ni club, y si se le antoja un café, tal vez alguna expedición que pase por ahí le pueda convidar un agua de calcetín, todo cubierto de nieve por donde usted mire. El explorador danés Lauge Koch la nombró así en honor al club de café del departamento de mineralogía del museo de Copenhague. En aquel lugar, desde luego, se armaban las expediciones más importantes para inicios del siglo XX. en aquella parte del mundo. |
