¡Vámonos de fiesta! (Psicología de los antros)

Por fin, es viernes por la noche, estas apurado por que tus amigos van a llegar en 15 minutos a recogerte, te pones tu ropa de antro, te perfumas, ya estas listo, tus amigos llegan por ti, vámonos de fiesta.

Te haz preguntado alguna vez ¿por que las personas en los bares y antros tienen muy particulares conductas y formas de ser?

Por lo regular pensamos que ir al antro solo es una actividad recreativa o de ligue mas sin embargo es mucho más que eso, todo comienza cuando llegas a formarte para entrar al antro, esta el clásico cadenero  tomando decisiones de quien pasa y quien no, así que las personas por lo regular van a poner sus mejores poses, y trataran de apantallar por todos los medios para que se les deje pasar, por que a nivel inconsciente algunas personas están insatisfechas con su vida, no se sienten importantes y creen que cuando se les deja pasar retoman esa importancia que creen perdida, esto ocurre solo en ciertas personas.

Ya adentro obviamente comienza a correr el alcohol, la música fuerte el calor, etc. todos, elementos indispensables para:

1) Desconectar al individuo de su realidad

2) Propiciar un ambiente de ligue ocasional

Esto es de suma importancia para los propietarios de estos lugares, ya que un hombre alcoholizado con una gran carga de energía sexual, tendrá la tendencia a consumir más que una persona en otro ambiente, ya que en nuestra cultura se manejan algunos constructos como por ejemplo que el hombre debe de conquistar a la mujer y para hacerlo es importante demostrar que le puede dar seguridad que es uno de los puntos que mas le atrae a las mujeres y en la actualidad la seguridad se da a través del dinero, así que si al bar vas a ligar, tu capacidad adquisitiva debes mostrar

Otra cuestión notable son algunos hombres y mujeres van con la única intención de ligar a los antros, esta cuestión implica una inseguridad básica a demostrar lo que realmente son, ya que en este tipo de ambientes la gente se esconde bajo poses sociales, por que en el interior temen a no ser lo suficientemente atractivos si se demuestran como son por lo que les genera una intensa intolerancia a la frustración.

Por último y ya bien entrada la noche aparecen las clásicas peleas, producto de las innumerables cubas, caballitos, etc. las cuales son provocadas a un nivel inconsciente por alguna frustración que no ha podido ser manejada de manera adecuada en la vida diaria, recordemos que el alcohol inhibe la parte racional de las personas, por lo que a la menor provocación, las personas proyectan su trauma y la agresión sale a flote y sobre todo si el provocador utiliza palabras, frases, e incluso tonos de voz que le puedan recordar su evento traumático.

Es importante aclarar que estos patrones inconscientes de conductas no aplican a todas las personas que acuden a estos centros de entretenimiento, siendo solo, los que buscan llenar algún vacío existencial los que tenderán a mostrar estas pautas.

JESÚS ALBERTO SÁNCHEZ ARRAZOLA.