1. Y ENTRÓ otra vez en Capernaum después de algunos días, y se oyó que estaba en casa. 2. Y luego se juntaron a él muchos, que ya no cabían ni aun á la puerta; y les predicaba la palabra. 3. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era traído por cuatro. 4. Y como no podían llegar a él a causa del gentío, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. 5. Y viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. 6. Y estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensando en sus corazones, 7. Decían: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios? 8. Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban así dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones? 9. ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, y toma tu lecho y anda? 10. Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar los pecados, (dice al paralítico): 11. A ti te digo: Levántate, y toma tu lecho, y vete a tu casa. 12. Entonces él se levantó luego, y tomando su lecho, se salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificarón Dios, diciendo: Nunca tal hemos visto. El pasaje expuesto ha sido muy analizado y estudiado un sinnúmero de veces, desde varios ángulos y con toda clase de aplicaciones sobre todo en el campo evangelístico. ¿Qué le parece amigo lector si ensayamos otro punto de vista, como el del desarrollo personal o empresarial? ¿Estaría usted dispuesto a acompañarme? Veamos: Un paralítico es traído por un grupo de hombres ante los pies de Jesús, ellos esperan que el enfermo sea curado y lo consiguen, ese es el resumen del pasaje pero examinemoslo un poco más de cerca. Primero: el grupo de amigos, y probablemente también el mismo enfermo, han oído de Jesús y han creído en los testimonios que de Él da la gente, creen que Él es la solución. Se llama fe y " ... fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". Segundo: los hombres tienen una visión, y no solo eso; tienen una visión única, cada uno de ellos ve a su amigo sano, eso lo tienen claro y es lo que impulsa su actuar respecto al caso. Ellos han dejado de ver la enfermedad como una situación permanente, en lugar de ello ven la salud, tienen una visión y como demuestran los acontecimientos próximos, caminan hacia ella sin importar los obstáculos y las barreras que pudiesen salir a su paso. Tercero: se impusieron una misión, la de llevar a su amigo ante Jesús para que fuera sanado y el cumplimiento de esa misión se constituyó en prioridad absoluta para ellos. Para lograr esa misión hicieron lo necesario sin mezquinar esfuerzo alguno. Cuarto: Tuvieron un objetivo, dejar a su amigo a disposición de Jesús, apelar a Él para que hiciera su obra sanadora, lo harían a toda costa. Quinto: desarrollaron actividades en torno a su visión, misión y objetivos: planificarón; cuando vieron que no podían llegar a la casa donde Jesús estaba, tuvieron que pensar en alternativas y así decidieron subir al techo y hacer allí un agujero para bajar al enfermo a través de él y así ponerlo a los pies de Jesús. Con lo simple que pueda resultar el asunto, merece un análisis un poquito más profundo. Era un grupo de hombres, no solo los cuatro que portaban la camilla, fíjese en el versículo tres, claramente se dice que "venían unos..." de los cuales cuatro realizaban esa tarea; pero entonces, el resto ¿qué hacía? Evidentemente algunos de ellos fueron de avanzada a explorar el camino, a abrir el paso para los demás, especialmente para quienes llevaban la camilla con el enfermo, además, cuando se dieron cuenta que no podrían llegar por la puerta informaron a los otros y entre todos decidieron ir por el techo. Alguien tuvo que adelantarse en subir e informar si era o no viable la operación, luego, alguien debió guiar los movimientos del grupo, calcular e indicar el lugar exacto donde hacer la perforación, esto implica que había alguien abajo informando la ubicación exacta de Jesús dentro de la casa para evitar que se hiciera el hueco en un lugar errado y finalmente, habría personas que hicieron la tarea de limpiar el lugar, retirar el barro, previo a esto alguien debió proporcionar y transportar herramientas, luego retirar las ramas que sostenían el barro. Al fin, los cuatro portadores de la camilla pudieron bajarla usando cuerdas, esto significa también que alguien proporcionó las cuerdas. La operación completa implica la participación coordinada de muchas personas, la asignación de tareas específicas a cada uno y la voluntad de realizarlas. Y todos actuaban al impulso de una visión, cada uno realizaba su misión, cada uno tenía un objetivo y todos, cada uno a su tiempo hizo lo que tenía que hacerse. El papel del equipo humano llegó hasta allí, hasta el momento de poner al enfermo delante de Jesús. Sexto: hasta este momento, se ha hecho todo lo posible, es decir, lo que el esfuerzo de los humanos posibilitaba; pero de aquí en adelante, era el momento de los imposibles, de aquellas cosas que los hombres no podemos hacer, en otras palabras, llegó el momento que le corresponde a Él y lo dejaron actuar. Séptimo: el resultado que en este caso, contrapone la intención del hombre a la voluntad de Dios. Jesús ha venido a salvar almas, a perdonar y lo hace, perdona los pecados del enfermo antes que atender a su necesidad física. Y se desata la ola de críticas. Las críticas no detienen a Jesús, son necesarias para mostrar SU GRANDEZA frente a la adversidad producto de la envidia, los intereses egoístas, malsanos y sin fundamento. La respuesta es la sanidad del enfermo, operación sujeta sin embargo a una actitud del propio necesitado. La obediencia incondicional, la obediencia por fe, la plasmación de la visión, era necesario que el necesitado haga algo, que levante su lecho y se ponga a caminar, evidentemente el hombre lo hizo sin chistar. Podemos pensar que quizás el hombre había pasado tanto tiempo, posiblemente años en esa penosa situación y tal vez hasta haya perdido la esperanza de recuperar su salud, pero después de haber sido perdonados sus pecados era otro hombre, totalmente distinto, una nueva fuerza impulsó su acción, no lo pensó y simplemente se levantó y caminó, era necesario que los demás lo vean pues solo así su testimonio sería difundido para que otros también tuvieran fe. La cuestión es clara y es aplicable en forma práctica a nuestros días, trátese de lo que se trate, no es pues, una novedad que los modernos gurús hayan lanzado conceptos y prácticas como redactar una visión, una misión, unos objetivos, metas y actividades. No en vano se enseña ahora a los jóvenes a tener un Plan de vida en el cual se consideran todos los componentes mencionados, de ello dependen sus posibilidades de desarrollo y éxito posteriores. No en vano las empresas y en general todas las organizaciones modernas basan sus diseños operacionales y proyecciones esforzándose en una adecuada redacción de tales elementos y, desde luego, en su implementación eficiente. Un tip en lo espiritual: lea con atención el versículo cinco: ‘"Jesús al ver la fe de ellos..." Estimado lector, en lo que quiera usted lograr, la voluntad de Dios se mueve por la fe, no por la necesidad ni por la lástima. La fe, esa fe que impulsa a la acción es lo que mueve la voluntad de Dios, úsela, apele a ella sin temor y realice todo lo que quiera realizar en su vida. LUIS JÄEGER FERNÁNDEZ. |