El arte de ligar no siempre es sencillo. De antemano sabemos que es un tira y afloja constante, en el que cualquier movimiento puede resultar en una victoria o un rotundo fracaso.
Y mucho más complicado se vuelve cuando nos enfrentamos ante aquellos prospectos nómadas e indecisos que van y vienen sin previo aviso y por supuesto sin nunca dar el siguiente paso.
Si hasta este momento te sientes identificad@, quizá estés siendo víctima de breadcrumbing. ¿Te suena? Sigue leyendo y te explicamos a qué se refiere.
¿Has observado alguna vez aquella escena en el parque o en la calle en la que las palomas se amontonan y se mantienen a tu alrededor al lanzarles migajas de pan?
A grandes rasgos esto pudiera ilustrar lo que es el ‘breadcrumbing’, proveniente de la palabra ‘breadcrum’, que significa “miga de pan”.
Este término se ha popularizado últimamente en redes sociales y según El País se refiere a cuando alguien, durante el proceso de ligue, no tiene intenciones de llevar las cosas más allá, pero le gusta la atención; por lo que coquetea constantemente y envía señales positivas para mantener a la otra persona interesada (tirándole migajas) pero a sabiendas que nunca va a formalizar la relación. Cabe aclarar que también puede darse en una relación ya establecida.
Mientras tanto, la otra persona mantiene la esperanza y a partir de estas señales intermitentes, se convence de que algún día se concretará todo, pero en el ínter su estabilidad emocional se ve afectada.
¿Cómo es la personalidad de quien hace breadcrumbing?
Según la psicóloga, Gabriela Paoli, existen dos tipos de perfiles. Dentro del primero, se encuentran personas un tanto narcisistas, que tienen una necesidad de atención y aprobación constante y que requieren alimentar su ego.
Es así que, mientas más prospectos tengan “en espera”, mayor es la satisfacción que sienten. Asimismo, muchos de ellos le temen a la soledad y de esta manera alivian este miedo.
Por otro lado, tenemos al breadcrumber pasivo, cuyas acciones son tan sutiles que pudiera confundírseles con personas tímidas o introvertidas. Se caracterizan por dejar la responsabilidad al otro de que los abandone, pero a su vez siguen suministrando un poco de esas migajas de interés.
Comúnmente suelen ser personas inseguras, con baja autoestima y poca confianza en ellas mismas, ya que no se atreven a hablar con honestidad ni a aclarar que no visualizan un futuro en común.
Sea cual sea el tipo de perfil, se trata de un comportamiento manipulador y algo cruel, que juega con la salud mental y los sentimientos de la otra persona, haciéndola creer que ninguno de sus esfuerzos son suficientes para que se le considere una pareja en toda la extensión de la palabra.
Además, la persona que es víctima de breadcrumbing experimenta consecuencias parecidas a las de una adicción, pero en menor escala.
Se crea una expectativa o esperanza de que algo bueno va a suceder y cuando no es así, aparece la angustia, la frustración, la culpa; y en ocasiones se vuelve una obsesión por aquello que no se puede tener.
¿Crees que tu prospecto te esté aplicando algunas de sus técnicas de breadcrumbing? Confírmalo ahora:
Quizá a estas alturas ya te lamentaste una y mil veces los motivos por los caíste con una persona así. ¡Calma! Lo importante no es por qué, si no cómo enfrentar la situación. He aquí algunos consejos para romper con este círculo vicioso:
Aceptar el problema
Es el primer paso. Analiza con objetividad y considera si esta dinámica te parece sana. Una vez que lo sepas, de ti dependerá seguir alimentándola, tratar de cambiarla o detenerla al 100%.
Cámbiale la jugada
Si está acostumbrad@ a escribirte por las noches, apaga tu teléfono y contéstale al día siguiente. De esta manera no solo cambias sus patrones de ligue, si no que estableces cuándo estás o no disponible.
Sé direct@
Y hazle notar cuando sus comportamientos te causan molestia. Por ejemplo, cuando te cancela de último momento o al dejarte plantad@. Estudia su reacción y analiza sus argumentos. Así sabrás si es conveniente darle otra oportunidad más.
Establece una fecha para aclarar las cosas
Llámale o escríbele y sugiere que se vean para hablar con seriedad. Si estás ante un breadcrumber seguramente tratará de evitarlo y no hay respuesta más clara que esta.
Sé honest@ contigo mism@
Aceptar que lo suyo no va para ningún lado es un golpe de realidad necesario para dejar de perder el tiempo y tomar las decisiones correctas.
Si ya decidiste darle un adiós definitivo, apégate a tu postura y corta toda posible comunicación con él o ella. Bórral@ de tus contactos, elimínal@ de tus seguidores o amigos y a darle vuelta a la página.
Y recuerda tener siempre en cuenta el tipo de relación que quieres y el trato que mereces. Conócete en primera instancia, aprende a amarte antes que a cualquier otra persona y seguramente las personas correctas llegarán en el momento que menos lo esperes. ¡Suerte!
FUENTES: