Marzo es el mes de la endometriosis, padecimiento que 1 de cada 10 mujeres desarrollan y con el que conviven en su día a día, muchas sin percatarse de que lo tienen, afectando su calidad de vida reproductiva, su vida laboral y su salud en general. Conoce en qué consiste y cuál es su tratamiento.
Cuando ocurre el ciclo menstrual, el cuerpo de la mujer se prepara para un posible embarazo, provocando que el endometrio (que es la capa interna del útero) crezca, ya que su función es acoger y alimentar al futuro bebé que se desarrollará ahí.
Sabemos que si, por el contrario, no hay fecundación, el endometrio se descamará y dará lugar a la menstruación.
Pues bien, la endometriosis, es una enfermedad crónica, en la que el endometrio se implanta fuera del útero.
Algunas de las zonas más comunes a las que se extiende son las trompas de Falopio y los ovarios; así como peritoneo (capa que recubre todos los órganos pélvicos).
Asimismo, aunque es menos frecuente, puede implantarse en la vagina, la vejiga, la vulva, el recto o el intestino: y en casos ya muy extremos, hasta en los pulmones, el hígado, el cerebro y la piel.
¿Qué ocasiona esto?
Aunque el tejido del endometrio es benigno, el hecho de que se extienda anormalmente, puede causar bloqueos en las trompas de Falopio, cuando el tejido que crece recubre los ovarios. A su vez, la sangre contenida dentro de estos, puede formar quistes.
Por otra parte, también se puede formar tejido cicatrizal, el cual es uno de los responsables de los síntomas de este padecimiento.
El síntoma principal de esta enfermedad es el dolor pélvico fuerte e incapacitante, que empeora con los periodos menstruales, y el cual mucha de las veces no puede apaciguarse ni con ciertos analgésicos.
Otros de los síntomas son:
Cabe mencionar que los síntomas pueden variar de mujer a mujer, ya que dependerán de dónde se sitúe el tejido endometrial que crece indebidamente. Además, de que existen mujeres que lo padecen y son asintomáticas.
Los síntomas suelen desaparecer después de que la mujer llega a la menopausia.
La endometriosis puede ser desarrollada por cualquier niña o mujer con periodos menstruales. Sin embargo, el rango más común de edad es entre los 30 y 40 años.
Además, existen algunos factores adicionales que aumentan las posibilidades de padecer endometriosis:
Hasta el día de hoy se desconoce la o las causas específicas por las que ocurre la endometriosis.
Se tienen teorías de que se trata de una predisposición genética, ya que es una enfermedad hereditaria
Otra posible causa radica en problemas en el sistema inmunológico, el cual, si tiene una deficiencia, no es capaz de detectar y destruir el tejido endometrial.
Finalmente, las hormonas también pueden ser otro factor para el desarrollo de la endometriosis.
Uno de los principales obstáculos que dificultan el diagnóstico de la endometriosis es la creencia de que “la menstruación debe doler”. Por tanto, muchas mujeres soportan por años los altos niveles de dolor, que son confundidos con cólicos,
Por esta misma razón, se recomienda ir al ginecólogo, por lo menos una vez al año para detectar cualquier anormalidad a tiempo.
Ahora bien, para diagnosticar la endometriosis, el o la ginecólogo tras hacer algunas preguntas para analizar los síntomas, hará una exploración en búsqueda de algún signo físico que confirme la detección.
En casos muy extremos, se suele recurrir a la laparoscopia, una prueba un tanto invasiva, que requiere una pequeña cirugía para explorar el interior de la cavidad pélvica y encontrar el endometrio que se ha implantado fuera del cuello uterino.
Es cierto que no hay una cura para la endometriosis, sin embargo, sí existe un tratamiento para atenuar los síntomas, frenar su desarrollo y tratar la infertilidad (si es el caso).
Entre los medicamentos más comunes para tratar la enfermedad se encuentran:
Para los casos más severos o en los que los tratamientos anteriores no han tenido efectividad o ya ha ocurrido una obstrucción del intestino o tracto urinario, se suele recurrir a la cirugía.
Esta puede ser de tipo conservadora, en la que preservan el útero y el tejido ovárico, o definitiva, la cual implica histerectomía (extirpación del útero), con o sin extirpación de los ovarios.
Una de las mayores preocupaciones que se presentan al momento de ser diagnosticada con endometriosis es la posibilidad de desarrollar algún tipo de cáncer, principalmente el de ovario.
Y aunque sí hay probabilidades de que esto suceda (sobre todo para aquellas mujeres que nunca han estado embarazadas o que presentan infertilidad), el tratamiento adecuado pude reducir este riesgo significativamente.
FUENTES:
Lic. en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de la Salle, Bajio.
