Cada vez el diccionario de neologismos sobre relaciones de pareja crece más y más, denominando situaciones que quizá todos hemos experimentado alguna vez y que no sabíamos cómo nombrarlas, hasta hoy.
El cushioning es uno de ellos, un comportamiento nada nuevo, pero frecuente, que se caracteriza por comenzar a buscar alternativas de citas, mientras aún se está en una relación y que normalmente se da dentro del mundo online. ¿Te suena? Te hablamos sobre esta práctica.
Cushioning tiene su origen en la palabra inglesa “cushions”, que significa cojín, sofá o almohada.
Y trasladada al ámbito de las relaciones de pareja, hace referencia a tener “cojines”: es decir, personas con las que se habla, coquetea y hasta se practica “sexting” de vez en cuando; y que sirven de “amortiguadores” u opción B para suavizar el impacto de una planeada ruptura de la relación oficial, en la que ya no se es feliz.
En palabras más simples, funciona como un tipo de “autoprotección” y una transición cómoda para evitar enfrentarse a la soledad y al duelo que conlleva una separación amorosa.
Sin embargo, no deja de ser considerada como una infidelidad “light” o un tipo de engaño emocional, ya que aún se está en pareja y esta misma desconoce de la situación.
Frases como “ya no estamos bien”, “estoy a punto de separarme”; o la típica de “estoy con ella solo por los niños”, son solo ejemplos del modus operandi dentro del cushioning.
Son muchas las razones por las que el cushioning se hace presente. La primera de ellas es cuando una relación ya no va bien y está por terminar.
Y como ya lo mencionamos, la persona, por un acto de miedo a la soledad, al dolor y a la vulnerabilidad, busca un soporte para cuando el momento de la ruptura llegue.
Normalmente son personas que necesitan de una pareja para sentirse bien y la soltería les parece aterradora.
Por otra parte, hay quienes utilizan el cushioning para alimentar su ego y autoestima. Así, al tener una segunda opción se sienten doblemente deseados y con mayor seguridad.
Y, por último, tenemos a aquellas personas que huyen del compromiso y en el momento en el que se dan cuenta que su relación oficial comienza a ponerse seria, buscan en otra parte ese coqueteo inicial que todos conocemos y que no implica lazos emocionales fuertes.
Al final de cuentas revela inseguridad e inconformidad en la persona que lo practica.
No nos resulta sorprendente enterarnos que las redes sociales y las apps de citas como el famoso y amado Tinder, son grandes aliados para esta práctica.
La facilidad que nos proporcionan para conectar con gente que en persona quizá nunca nos hubiéramos topado, han provocado que la infidelidad surja de forma más discreta y eficaz.
Y para las personas que no tienen ni un poco de responsabilidad afectiva, caer en la tentación de mandar ese mensaje coqueto, no es nada complicado, considerando que muchas de ellas creen que, por ser a través de internet, no cuenta como infidelidad, pues no hay contacto físico como tal.
Si sospechas que tu pareja está recurriendo al cushioning, aquí te enlistamos algunas banderas rojas, que puedes detectar:
No suelta su celular ni un segundo
Y éste, por cierto, no deja de sonar. Además, nunca te dejará ver quién le está enviando mensajes o llamando; y mucho menos te compartirá su contraseña de acceso.
En caso de echar un vistazo a su teléfono, también podrás notar que elimina chats o los archiva.
Se conecta a altas horas de la noche
O se despide de ti y aun así ves que sigue en línea. Y sin el afán de alimentar actitudes posesivas, este hecho, si es que se dio repentinamente y sobre todo cuando hay ciertos problemas ya en la relación, puede ser un indicador de que algo no va por el camino correcto.
Presenta una actitud cambiante
Un día es amor puro y al otro, es frí@ y distante.
Esos cambios de humor pueden indicar no solo que la relación está pasando por momentos complicados, sino que su atención e interés fluctúan y no están al 100% puestos en ti y que quizá hay una tercera persona involucrada.
Te insinúa que necesitan un tiempo
Todos sabemos lo que representa la frase “vamos a darnos un tiempo”. Es una manera de terminar la relación “momentáneamente”, teniendo la posibilidad de regresar en un futuro o asegurar a la otra persona, porque no se trata de un rompimiento definitivo. Sin embargo, en muchas de las ocasiones el motivo principal son las confusiones amorosas con una tercera persona dentro del juego.
Comunicación ante todo
Puede que las conductas anteriores sumadas a tu intuición, te indiquen que algo va mal en la relación, pero la única forma de confirmarlo es hablarlo directamente con tu pareja, antes de que la situación se torne peor o haya una traición definitiva.
Explícale qué sientes, qué es lo que notas y cuáles son tus teorías al respecto; y dale la oportunidad de que él o ella aclare y dé su versión.
A partir de ello, podrán tomar la mejor decisión en conjunto, ya sea arreglar lo que esté sucediendo o dejar las cosas hasta ahí, aceptando que cada uno debe seguir su camino sin lastimarse más.
FUENTES: