Para aquellos que han tenido relaciones insanas, saben que dentro de ellas se desarrollan comportamientos abusivos de todo tipo.
En la cuestión emocional, la manipulación, el chantaje y los juegos mentales conforman el “paquete habitual” para controlar y desequilibrar la estabilidad y la autoestima de quien es víctima.
El gaslighting, es el ejemplo perfecto de estos comportamientos de abuso psicológico, en el que uno de los miembros de la pareja pone en duda la cordura o la percepción de la realidad del otro, y de maneras tan sutiles que lo hacen difícil de identificar.
¿Sospechas que tu pareja te está haciendo gaslighting? Identifica las señales de una vez por todas.
¿Qué es el gaslighting?
El término ‘gaslighting’ o en español ‘luz de gas’ hace referencia a una estrategia de manipulación consciente o inconsciente, que se produce en las relaciones interpersonales, especialmente en las de pareja.
A través del gaslighting, se busca que la víctima dude de su percepción, su memoria y su juicio; llevándola hasta el punto de creer que se ha vuelto completamente loca y que las situaciones dentro de la relación no han ocurrido como esta las vivió.
Además, se usa a menudo para cubrir irregularidades en la relación, como infidelidades o hasta abuso sexual.
El origen del término tuvo lugar en 1938, en la obra de teatro ‘Gaslight’, que años más tarde (1944) se convertiría en película. En esta, una rica heredera se casa con un hombre que busca quedarse con su fortuna, por lo que, al poco tiempo de irse a vivir juntos, ella empieza a notar sucesos extraños y ruidos inexplicables en la casa.
Y es precisamente su esposo quien se ha encargado de manipular objetos de la casa y recuerdos, con el afán de hacer creer a su esposa que se está volviendo loca, adentrándola en un estado de angustia, confusión y ansiedad.
Hoy en día, el término de ‘gaslighting’ lo agregamos a nuestro vocabulario para identificar el comportamiento tóxico descrito previamente.
7 frases para identificar el gaslighting
A continuación, te presentamos 7 ejemplos de situaciones de gaslighting que te ayudarán a reconocer esta forma de abuso emocional:
“Eso nunca pasó”
Una de las situaciones más frecuentes dentro del gaslighting. En el que la pareja hará o dirá algo negativo hacia la víctima, para luego negar descaradamente que sucedió. Incluso si se tienen pruebas que demuestren lo contrario.
Al ser una mentira tan convincente, la víctima comenzará a cuestionar sus instintos y confiará ahora en la realidad que el abusador le dibuja, desarrollando dependencia hacia este o esta.
“Tienes muy mala memoria”
Al igual que el punto anterior, el juzgar tu memoria de mala o ineficiente buscará hacerte dudar de ti mism@. Desde las situaciones más simples hasta sucesos más complejos.
“Estás loc@”
Además de hacer que las víctimas experimenten dudas constantes, también se les hace dudar de su cordura.
El gaslighter le repetirá constantemente esta frase a su pareja y hasta intentará convencer a los familiares y amigos de que es mentalmente inestable; y con ello desacreditarla y disminuir la probabilidad de que se crean las historias de la víctima.
Es una forma de preparar el terreno ante problemas futuros y de tener aliados para su propio beneficio.
Cabe señalar, que a la víctima también se le hará creer que las demás personas piensan que está loca, aunque nadie haya dicho nada al respecto.
“¿Eso de qué te servirá?”
Otras de las estrategias de las que se valen los gaslighters es el demeritar o despreciar todo aquello que es importante para la víctima, creando de nuevo confusión en ella y su percepción de lo ella consideraba valioso.
Por ejemplo, si la persona quiere estudiar algo nuevo, el manipulador le recalcará constantemente que eso no le servirá en absoluto, que no tendrá futuro si lo hace o que ni siquiera es buena en ese campo.
De esta forma, la víctima se cuestionará sus capacidades y su autoestima será afectada.
“Cálmate, estás exagerando”
Invalidar o minimizar las emociones del otro, permite que la persona manipuladora obtenga poder sobre su víctima; al mismo tiempo que la hace creer que tal vez sí tenga una reacción desmedida y que “no era para tanto”.
Poco a poco, la víctima se creerá por completo que “sí es demasiado sensible” y dejará de expresar lo que siente o incluso normalizará conductas abusivas.
“Lamento que pienses que te lastimé”
Otra frase con tintes manipuladores y con doble intención, pues, aunque parezca una disculpa, claramente no lo es.
Por el contrario, es una manera sutil de desviar la responsabilidad y culpabilizar a la víctima por lo que ha hecho el otro. Retorcido, ¿no?
El resultado será el mismo que en los puntos anteriores: cuestionar el juicio de la víctima y sembrar la duda sobre su “reacción exagerada”, para finalmente aceptar que ella es quién ha actuado mal.
“Tú sabes cuánto te amo y que nunca te lastimaría”
Cuando el gaslighter le ha hecho daño a su pareja y esta le reclama, el primero intentará suavizar la situación con una falsa compasión.
Ya sean palabras o frases afectuosas, pero con cero autenticidad, pues su único propósito es distraer a la víctima, voltear el escenario y una vez más hacerla creer que ha exagerado para finalmente salir bien librado de la situación.
Gaslighting sexual
En el ámbito sexual, el gaslighting también puede hacer acto de presencia y es hasta más peligroso que el psicológico, ya que puede involucrar situaciones abusivas que pasan desapercibidas, sobre todo porque se está en pareja y aparentemente todo es consentido.
Un ejemplo muy claro es el hecho de tener relaciones sexuales cuando la pareja está en un estado de inconciencia (como borracha) y no tiene la claridad suficiente para consentir el acto. A la mañana siguiente, al abusador le hará creer todo lo contrario y hasta le dirá que ella o él fue quien tuvo la idea de hacerlo.
Los riesgos de contraer una ETS o tener un embarazo no deseado aumentan aún más con esta práctica, pues no se sabe con certeza si se usó protección, aunque el miembro abusivo asegure que sí.
Consecuencias del gaslighting
Una persona víctima de gaslighting puede llegar a desarrollar ansiedad, depresión y trauma psicológico con el paso del tiempo. Además:
¿Cómo enfrentar el gaslighting?
Una vez que has caído en la cuenta que dentro de tu relación eres víctima del gaslighting, el siguiente paso es salir de ahí lo antes posible.
Y aunque puede sonar sencillo, el hecho de desarrollar cierta dependencia con el abusador sí que lo vuelve muy complicado.
Por ello, expertos en el tema nos brindan los siguientes consejos:
Recopilar pruebas
Como el principal objetivo del gaslighter es hacerte dudar de tu realidad, lo más recomendable es tener pruebas suficientes de ello.
Por ejemplo, un diario secreto en el que documentes las situaciones que vives día con día. Ahí anotarás fecha, hora y detalles específicos de lo que sucedió.
Capturas de pantalla, grabaciones de conversaciones, fotografías de situaciones, etc.
Todo esto te ayudará a validar tus emociones y sospechas; a aumentar tu seguridad y confianza; y a ver con claridad lo que en verdad está ocurriendo.
Mantén a tu grupo de apoyo cerca
Tus familiares, tus amigos o incluso un profesional de la salud mental (la terapia grupal puede ser de gran ayuda).
Explícales cómo te has sentido últimamente, lo que piensas que está ocurriendo y las decisiones que piensas tomar. Asimismo, pídeles una opinión sobre lo que ven en tu relación, para obtener una validación externa.
Y así, en el momento de enfrentar al gaslighter, te sentirás confiad@ y respaldad@.
Enfrenta a tu gaslighter
Llegó el momento de hablar sobre la situación, y lo mejor es hacerlo en un estado de calma.
Para ello, minutos u horas antes de la conversación puedes dar un paseo o hacer ejercicios de respiración que te preparen para la charla; así como aclarar el objetivo de esta: ¿quieres resolver la situación o terminar en definitiva la relación?
Muéstrate segur@ y confiad@ de tu percepción, ya que es real; incluso ante los intentos de tu pareja de hacerte creer lo contrario.
Frases como “sé lo que vi”, o “no me digas cómo sentirme; así es cómo me siento”, harán tambalear la estrategia de manipulación del gaslighter.
Establece límites
Si notas que la conversación se está volviendo complicada o si tu pareja intenta desviar o minimizar tus argumentos, páralo de inmediato.
Por ejemplo, diciendo: “No continuaré esta conversación si continúas minimizando lo que estoy sintiendo”.
Y si continúa, abandonar por completo la charla.
Céntrate en tu bienestar
Aunque el autocuidado no erradicará directamente el gaslighting, sí te ayudará a reforzar tu autoestima y a estar más tranquil@.
Salir con tus amigos, hacer alguna actividad física, tomar terapia psicológica o hacer tus pasatiempos favoritos te hará sentir más feliz, más complet@ y fuerte para enfrentar situaciones complicadas.
FUENTES: