Estaba Adan en el paraiso y le dice a Dios: Señor, me siento solo y ocupo compañia. Dios le indica que regrese al mismo lugar el dia siguiente y que le va a tener una respuesta. Al dia siguiente regresa Adan y Dios le dice que ya le tiene la compañera perfecta pero que le va a costar un ojo, un brazo, un huevo y una pierna. Adan pensativo le dice: Señor, y que me podes dar por una costilla? Colaboración de Amilcar Bulnes de Tegucigalpa, Honduras. |