Manrico manejaba su auto y cuando vio las vías del tren acelero hasta el fondo pero el tren lo atropello. Manrico sale vivo pero con muchas lesiones y al salir del hospital camina sobre una calle en la que encuentra una tienda de juguetes y observa un trenecito detrás del aparador, lo ve con coraje y rompe el vidrio, saca el tren, lo empieza a destrozar y cuando pasaba por esa calle su amigo pepe toño le pregunta: - Pero Manrico, ¿Qué té pasa? ¿Por que destrozas ese trenezillo? - Pues es que a estos malditos hay que matarlos desde pequeños. Colaboración de Raúl Lazcano. |