Cuando el señor llega a la casa, la esposa ya lo está esperando muy irritada en la sala. -¡Ya llegue cielito! -¡Ningún cielito!, ya te enteraste que la sirvienta está embarazada. -Bueno, ¡pues es su problema! -¿A sí?, ¡pero dice que es tuyo! -Bueno, ¡pues es mi problema! -Sí, ¡pero yo soy tu mujer! -Bueno, ¡pues es tu problema! |