Una pareja de viejitos se conocen en una reunión y después de larga plática, el viejito le propone a la viejita tener relaciones. La viejita acepta y se dirigen a un hotelucho cercano. Una vez que terminan, el viejito piensa para si mismo: -¡Ay!, si yo hubiese sabido que esta viejita era virgen, la hubiese llevado a un hotel de mejor calidad. A su vez la viejita pensaba: -¡Ay!, si yo hubiese sabido que este viejito era tan fogoso me hubiese quitado las medias. Colaboración de Gabriel Nuñez de León, Gto., México. |