Estaba un borracho intentando tocar el timbre de una casa, pero no le atinaba y llega el policía y le dice:
- En que le ayudo señor.
Y este responde:
- Quiero tocar el timbre.
El policía toca el timbre por él.
Y el borracho le dice:
- ¿Ahora para donde corremos?
Colaboración de Fernando Barrera de Toluca, México.