| No es necesario ir a lugares tan lejanos para visitar a María, la madre de Dios; asistir con fe a una misa, vivir con fe el momento de la consagración es estar con ellos en el momento de nuestra redención. La presencia de la Virgen junto a Jesús va más allá del momento en que se renueva incruentamente el Santo Sacrificio. Santa María Margarita escribía: "Jesús me ha enseñado la forma de participar en la Misa: uniéndome a los sentimientos de María, su Madre, al pie de la cruz". Durante la Pasión, Cristo ve a la Virgen y se llena de fuerzas. En la Misa se renueva la entrega que Jesús hace de su Madre, lo más precioso que tenía. | |