01 | ¿Has pecado, hijo mío? No lo vuelvas a hacer, y pide perdón por tus faltas pasadas. |
02 | Huye del pecado como de una serpiente, porque si te acercas, , te morderá; sus dientes son dientes de león, que arrebatan la vida de los hombres. |
03 | Toda transgresión es como espada de dos filos: no hay remedio para su herida. |
04 | La violencia y la soberbia hacen perder las riquezas: así será arrasada la casa del orgulloso. |
05 | La oración del pobre va de su boca a los oídos del Señor, y la sentencia divina no se hace esperar. |
06 | El que odia la reprensión sigue las huella del pecador, pero el que teme al Señor se arrepiente de corazón. |
07 | Al charlatán se lo reconoce desde lejos, el hombre reflexivo le descubre sus deslices. |
08 | El que edifica su casa con dinero ajeno es como el que amontona piedras para el invierno. |
09 | Una banda de malhechores es como un montón de estopa, y su fin es la llama del fuego. |
10 | El camino de los pecadores está despejado de piedras, pero desemboca en lo profundo del Abismo. |
11 | El que observa la Ley domina sus inclinaciones, y el temor del Señor es la culminación de la sabiduría. |
12 | El que no es habilidoso no puede aprender, pero hay una habilidad que produce amargura. |
13 | La ciencia del sabio crece como una inundación y su consejo es como fuente de vida. |
14 | La mente del necio es como un vaso roto: no retiene ningún conocimiento. |
15 | Si un hombre instruido oye una palabra sabia, la aprueba y le añade algo de lo suyo; si la oye un alocado, le desagrada, y la echa detrás de sus espaldas. |
16 | La conversación del necio es como una carga para el viajero, pero los labios del inteligente causan deleite. |
17 | La opinión del prudente es requerida en la asamblea, y todos reflexionan sobre sus palabras. |
18 | Como una casa derruida es la sabiduría para el necio, y la ciencia del insensato es una serie de incoherencias. |
19 | La instrucción es para el tonto como un cepo en los pies y como esposas en su mano derecha. |
20 | El necio se ríe a carcajadas, pero el hombre sagaz sonríe apenas y sin estrépito. |
21 | La instrucción es para el prudente como un adorno de oro y como un brazalete en el brazo derecho. |
22 | El pie del necio entra rápido en la casa, pero el hombre experimentado se acerca con vergüenza. |
23 | El necio curiosea la casa desde la puerta, pero el bien educado se queda afuera. |
24 | Es falta de educación escuchar junto a la puerta: al prudente se le caería la cara de vergüenza. |
25 | Los labios de los charlatanes hablan sólo de oídas, pero los prudentes pesan bien sus palabras. |
26 | Los necios hablan siempre sin pensar; los sabios piensan, y luego hablan. |
27 | Cuando el impío maldice al adversario, se maldice a sí mismo. |
28 | El chismoso se mancha a sí mismo, y es detestado por lo que lo rodean. |