01 | Con tres cosas me adorno y me presento embellecida delante del Señor y de los hombres: la concordia entre hermanos, la amistad entre vecinos y una mujer y un marido que se llevan bien. |
02 | Pero hay tres clases de gente que aborrezco y que me irritan por su manera de vivir: un pobre soberbio, un rico mentiroso y un viejo adúltero que ha perdido el juicio. |
03 | Si no has ahorrado en la juventud, ¿cómo vas a encontrar algo en tu vejez? |
04 | ¡Qué bello adorno para las canas es saber juzgar y para los ancianos, ser hombres de consejo! |
05 | ¡Qué hermosa es la sabiduría de los ancianos, la reflexión y el consejo en la gente respetable! |
06 | Corona de los ancianos es una rica experiencia, y su orgullo, el temor del Señor. |
07 | Hay nueve cosas imaginables, que considero felices, y la décima, también las voy a mencionar: un hombre que está contento de sus hijos y uno que ve en vida la caída de sus enemigos. |
08 | ¡Feliz el que vive con una esposa inteligente, el que no ha incurrido en falta con su lengua y el que no ha servido a un patrón indigno de él! |
09 | ¡Feliz el que ha encontrado la prudencia y el que la expone ante un auditorio atento! |
10 | ¡Qué grande es aquel que encontró la sabiduría! Pero nadie aventaja al que teme al Señor: |
11 | el temor del Señor supera a todos lo demás, y el que lo posee ¿a quién se puede comparar? |
12 | El temor del Señor es el comienzo de su amor, y es por la fe que uno empieza a unirse a él. |
13 | ¡Cualquier herida, menos la del corazón! ¡Cualquier maldad, menos la de una mujer! |
14 | ¡Cualquier desgracia, menos la causada por el odio! ¡Cualquier venganza, menos la de un enemigo! |
15 | No hay peor veneno que el de la serpiente, ni peor furia que la de la mujer. |
16 | Preferiría habitar con un león o un dragón antes que vivir con una mala mujer. |
17 | La maldad de una mujer desfigura su semblante y vuelve su rostro huraño como un oso. |
18 | Su marido se va a sentar en medio de sus vecinos y no puede reprimir sus amargos gemidos. |
19 | Toda maldad es pequeña comparada con la de la mujer: ¡que caiga sobre ella la suerte del pecador! |
20 | Cuesta arenosa para los pies de un anciano es la mujer charlatana para un esposo apacible. |
21 | No te dejes cautivar por los encantos de una mujer ni te apasiones por ella. |
22 | Estallido de enojo, infamia y una gran vergüenza esperan al hombre que es mantenido por su mujer. |
23 | Corazón abatido, rostro sombrío y pena del alma es una mala mujer. Manos inertes y rodillas paralizadas es la mujer que no hace feliz al marido. |
24 | Por una mujer tuvo comienzo el pecado, y a causa de ella, todos morimos. |
25 | No dejes correr el agua ni des libertad a una mala mujer. |
26 | Si no camina como tú le indicas, arráncala de tu propia carne. |