01 | El hombre vengativo sufrirá la venganza del Señor, que llevará cuenta exacta de todos sus pecados. |
02 | Perdona el agravio a tu prójimo y entonces, cuando ores, serán absueltos tus pecados. |
03 | Si un hombre mantiene su enojo contra otro, ¿cómo pretende que el Señor lo sane? |
04 | No tiene piedad de un hombre semejante a él ¡y se atreve a implorar por sus pecados! |
05 | El, un simple mortal, guarda rencor: ¿quién le perdonará sus pecados? |
06 | Acuérdate del fin, y deja de odiar; piensa en la corrupción y en la muerte, y sé fiel a los mandamientos; |
07 | acuérdate de los mandamientos, y no guardes rencor a tu prójimo; piensa en la Alianza del Altísimo, y pasa por alto la ofensa. |
08 | Evita los altercados y pecarás mucho menos, porque el hombre iracundo enciende las disputas. |
09 | El pecador siembra la confusión entre los amigos y crea división entre los que vivían en paz. |
10 | El fuego arde según el combustible, y la disputa se enciende en la medida del empecinamiento; según sea su fuerza, será la furia de un hombre, y según su riqueza, dará libre curso a su ira. |
11 | Una discordia repentina enciende un fuego, y una disputa precipitada hace correr la sangre. |
12 | Si soplas una chispa, se inflama; si le escupes encima, se extingue, y ambas cosas salen de tu boca. |
13 | Maldice al murmurador y al de lengua doble: ellos han arruinado a mucha gente que vivía en paz. |
14 | La lengua triple ha hecho tambalear a muchos y los dispersó de nación en nación; ella arrasó ciudades fortificadas y echó por tierra casas de potentados; |
15 | hizo repudiar a mujeres valerosas y las privó del fruto de sus trabajos. |
16 | El que le presta atención, no encuentra más descanso y ya no puede vivir en paz. |
17 | Un golpe de látigo deja una marca, pero un golpe de lengua quiebra los huesos. |
18 | Muchos han caído al filo de la espada, pero son menos que los caídos a causa de la lengua. |
19 | ¡Feliz el que está al resguardo de ella y no ha quedado expuesto a su furor, el que no ha tirado de su yugo ni ha sido atado a tus cadenas! |
20 | Porque su yugo es un yugo de hierro y sus cadenas son cadenas de bronce. |
21 | ¡Muerte funesta es la que inflige y es preferible el Abismo a una lengua así! |
22 | Pero ella no tiene poder sobre los hombres buenos y ellos no se quemarán en sus llamas. |
23 | Los que abandonan al Señor serán sus víctimas: ella los abrasará sin extinguirse, se lanzará sobre ellos como un león y los destrozará como una pantera. |
24 | Por eso, rodea tu posesión con un cerco de espinas, guarda bien tu plata y tu oro; |
25 | fabrícate una balanza y una pesa para tus palabras, y una puerta y un cerrojo para tu boca. |
26 | Presta atención, se sea que resbales a causa de la lengua y caigas ante los que acechan. |