01 | Hijos, escúchenme a mí, que soy su padre; hagan lo que les digo, y así se salvarán. |
02 | Porque el Señor quiere que el padre sea respetado por sus hijos y confirmó el derecho de la madre sobre ellos. |
03 | El que honra a su padre expía sus pecados |
04 | y el que respeta a su madre es como quien acumula un tesoro. |
05 | El que honra a su padre encontrará alegría en sus hijos y cuando ore, será escuchado. |
06 | El que respeta a su padre tendrá larga vida y el que obedece al Señor da tranquilidad a su madre. |
07 | El que teme al Señor honra a su padre y sirve como a sus dueños a quienes le dieron la vida. |
08 | Honra a tu padre con obras y de palabra, para que su bendición descienda sobre ti, |
09 | porque la bendición de un padre afianza la cada de sus hijos, pero la maldición de una madre arranca sus cimientos. |
10 | No busques tu gloria a costa del deshonor de tu padre, porque su deshonor no es una gloria para ti: |
11 | la gloria de un hombre proviene del honor de su padre y una madre despreciada es un oprobio para los hijos. |
12 | Hijo mío, socorre a tu padre en su vejez y no le causes tristeza mientras viva. |
13 | Aunque pierda su lucidez, sé indulgente con él; no lo desprecies, tú que estás en pleno vigor. |
14 | La ayuda prestada a un padre no caerá en el olvido y te servirá de reparación por tus pecados. |
15 | Cuando estés en la aflicción, el Señor se acordará de ti, y se disolverán tus pecados como la escarcha con el calor. |
16 | El que abandona a su padre es como un blasfemo y el que irrita a su madre es maldecido por el Señor. |
17 | Hijo mío, realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a Dios. |
18 | Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y así obtendrás el favor del Señor, |
19 | [Son muchos los hombres altivos y gloriosos, pero el Señor revela sus secretos a los humildes.] |
20 | porque el poder del Señor es grande y él es glorificado por los humildes. |
21 | No pretendas lo que es demasiado difícil para ti, ni trates de indagar lo que supera tus fuerzas: |
22 | reflexiona sobre lo que te ha sido mandado, porque a ti no te conciernen las cosas secretas. |
23 | No te ocupes de cosas que están por encima de ti: lo que te ha sido revelado ya es demasiado para la inteligencia. |
24 | Porque muchos se extraviaron por sus especulaciones y su imaginación perversa falseó sus pensamientos. |
25 | Si no tienes pupilas, te faltará la luz; si careces de ciencia, no afirmes nada. |
26 | El hombre obstinado termina mal, y el que ama el peligro perecerá en él. |
27 | El corazón obstinado soportará muchos males, y el pecador acumula un pecado sobre otro. |
28 | No hay remedio para el mal del orgulloso, porque una planta maligna ha echado raíces en él. |
29 | El corazón inteligente medita los proverbios y el sabio desea tener un oído atento. |
30 | El agua apaga las llamas del fuego y la limosna expía los pecados. |
31 | El que devuelve los favores piensa en lo que vendrá después, y cuando esté por caer, encontrará un apoyo. |