01 | Mardoqueo mandó decir a Ester: |
02 | "Acuérdate de cuando eras pobre y pequeña, y recibías de mi mano alimento. Porque Amán, el primero en dignidad después del rey, ha hablado contra nosotros para eliminaros. |
03 | ¡Invoca al Señor, háblale al rey a favor nuestro y líbranos de la muerte! ". |
04 | Al tercer día, cuando hubo terminado su oración, se quitó sus vestidos de penitencia y se puso su traje de gala. |
05 | Deslumbrante de belleza, invocó al Dios que todo lo ve y que salva, luego tomó a dos de sus damas: |
06 | se apoyaba en una de ellas, |
07 | mientras que la otra la acompañaba, sosteniendo la cola de su traje. |
08 | Estaba en la cumbre de su belleza, estaba sonrojada y su rostro irradiaba confianza; sin embargo el miedo hacía estremecer su corazón. |
09 | Después de haber atravesado todas las puertas, se presentó ante el rey. Este estaba sentado en su trono real, revestido de todos los ornamentos para las fiestas solemnes: el brillo del oro y de las piedras preciosas lo hacían aparecer terrible. |
10 | Resplandeciente de gloria levantó la vista y lanzó una mirada furiosa. La reina se desmayó, se puso pálida e inclinó la cabeza sobre la dama que la acompañaba. |
11 | Dios entonces transformó el corazón del rey y lo dispuso a la ternura. Muy preocupado, el rey se levantó de su trono y la tomó en sus brazos hasta que volviera en sí. La reconfortaba con palabras llenas de delicadeza: |
12 | «¿Qué te pasa Ester? ¡Soy tu hermano! |
13 | Tranquilízate, no morirás. Nuestro decreto se refiere a la gente común, acércate». |
14 | Levantó luego su cetro de oro y lo puso en el cuello de Ester, la abrazó y le dijo: «Háblame». |
15 | «Señor, respondió ella, te vi como si fueras un ángel de Dios. Tu gloria inspira terror y mi corazón se estremeció. Porque tú eres admirable, señor, y tu rostro es encantador». |
16 | Mientras hablaba, se desmayó nuevamente; el rey estaba muy preocupado y sus cortesanos trataban de reanimarla. |