01 | Me llegó una palabra de Yavé: |
02 | «Hijo de hombre, háblale al príncipe de Tiro; le dirás esta palabra de Yavé: ¡Eres muy engreído, te consideras un dios en su residencia divina, en medio de los mares! ¿Te vas a hacer pasar por Dios, tú que eres hombre y no Dios? |
03 | Tú eres seguramente más sabio que Daniel, y ningún misterio te quedó grande. |
04 | Tienes inteligencia, has sabido actuar y te ha llegado la riqueza: el oro y la plata han repletado tus cofres. |
05 | Gracias a tu inteligencia, gracias a tus negocios, ha aumentado tu riqueza y te ha crecido el orgullo en la misma medida que tu riqueza. |
06 | Por eso, esto dice Yavé al que se hace pasar por Dios: |
07 | Enviaré contra ti a extranjeros, los sepultureros de los pueblos; su espada se medirá con tu bella cultura, pisotearán tu gloria. |
08 | Te harán bajar a la tumba y morirás allí, en el corazón de los mares. |
09 | ¿Acaso dirás: "Yo soy Dios" cuando vengan a matarte? En manos del matador serás hombre y no Dios. |
10 | Sufrirás la muerte de los paganos, y por manos de extranjeros, yo lo digo, palabra de Yavé.» |
11 | Se me comunicó otra palabra de Yavé: |
12 | «Hijo de hombre, entona esta lamentación por el rey de Tiro. Le dirás esta palabra de Yavé: Tú eras la obra maestra, lleno de sabiduría, y de una belleza perfecta. |
13 | Vivías en el Edén, en el jardín de Dios, sobre ti sólo había piedras preciosas: cornalina, topacio y diamante, crisólito, ónix y jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda, con aros, pendientes labrados en oro, desde el día en que fuiste creado. |
14 | Te puse de guardia, como un Querub, en la montaña santa de Dios: permanecías allí yendo y viniendo entre las piedras de fuego. |
15 | Desde el día en que fuiste creado, tu conducta había sido perfecta, hasta el día en que el mal se anidó en ti. |
16 | (De tanto comerciar te llenaste de violencia y pecaste); entonces te barrí de la montaña de Dios: liquidé al Querub, que vigilaba entre piedras de fuego. |
17 | Estabas muy orgulloso de tu belleza: tu belleza te hizo perder la sabiduría; por eso te tiré al suelo, para que fueras un espectáculo para los reyes de la tierra. |
18 | De tantas riquezas y ganancias deshonestas, profanaste el lugar sagrado; hice brotar fuego de ti que te devoró; no dejé de ti más que cenizas por el suelo, en presencia de los que te miraban. |
19 | A todos los que te conocían en el extranjero se les cortó la respiración; tú no inspiras más que terror: ya no te verán más.» |
20 | Me llegó esta palabra de Yavé: |
21 | «Hijo de hombre, dirígete ahora a Sidón y profetiza en contra de ella. |
22 | Le dirás esta palabra de Yavé: Me lanzaré contra ti, Sidón, y me cubriré de gloria a costa tuya. Sabrán que yo soy Yavé cuando ejecute mis decisiones: entonces conocerán mi santidad. |
23 | La espada atacará de todas partes, los muertos se amontonarán en la ciudad: entonces sabrán que yo soy Yavé. |
24 | La casa de Israel no tendrá más, entre sus vecinos que la desprecian, ni espinas que la hieran ni zarzas que la desgarren: entonces sabrán que yo soy Yavé. |
25 | Esto dice Yavé: Reuniré a Israel de en medio de los pueblos donde lo dispersé: de ese modo haré que las naciones vean mi santidad: Israel vivirá en la tierra que di a mi servidor Jacob. |
26 | Vivirán con seguridad, construirán casas y plantarán viñas. Vivirán seguros porque castigaré a todos sus vecinos que los desprecian. Entonces sabrán que yo soy Yavé, su Dios.» |