01 | Consuelen, dice Yavé, tu Dios, consuelen a mi pueblo. |
02 | Hablen a Jerusalén, hablen a su corazón, y díganle que su jornada ha terminado, que ha sido pagada su culpa, pues ha recibido de manos de Yavé doble castigo por todos sus pecados. |
03 | Una voz clama: «Abran el camino a Yavé en el desierto; en la estepa tracen una senda para Dios; |
04 | que todas las quebradas sean rellenadas y todos los cerros y lomas sean rebajados; que se aplanen las cuestas y queden las colinas como un llano.» |
05 | Porque aparecerá la gloria de Yavé y todos los mortales a una verán que Yavé fue el que habló. |
06 | Una voz dice: «Grita.» Y yo respondo: «¿Qué he de gritar?» La voz dice: «Toda carne es hierba, y toda su delicadeza como flor del campo. |
07 | La hierba se seca y la flor se marchita cuando sobre ella pasa el soplo de Yavé.» |
08 | La hierba se seca y la flor se marchita, mas la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. |
09 | Sube a un alto cerro tú que le llevas a Sión una buena nueva. ¡Haz resonar tu voz, grita sin miedo, tú que llevas a Jerusalén la noticia! Diles a las ciudades de Judá: «¡Aquí está su Dios!» |
10 | Sí, aquí viene el Señor Yavé, el fuerte, el que pega duro y se impone. Trae todo lo que ganó con sus victorias, delante de él van sus trofeos. |
11 | Como pastor, lleva a pastar a su rebaño, y su brazo lo reúne toma en brazos a los corderos, y conduce a las paridas. |
12 | ¿Quién cerró su mano sobre el agua del mar, o tomó las dimensiones del cielo? ¿Quién recogió todas las arenas del globo, o pesó las montañas en una romana y los cerros en una balanza? |
13 | ¿Y quién sondeó el espíritu de Yavé, o fue su consejero para guiarlo? |
14 | ¿A quién habrá consultado para entender mejor, para saber cómo se administra justicia o para estar al día en los métodos más prácticos? |
15 | Las naciones son como una gota en el borde del vaso, como un polvillo que se deja en la balanza. ¿Las tierras de ultramar? Son sólo un granito de arena. |
16 | El Líbano no sirve para encender su hoguera, y sus animales no alcanzan para quemarlos en su templo. |
17 | Todos los países son como nada delante de él, valen un cero, no se toman en cuenta. |
18 | ¿Con quién podrán comparar a Dios y qué representación darán de él? |
19 | ¿Acaso la estatua que fundió el artista, y que el joyero revistió de oro con cadenas de plata? |
20 | Un hábil escultor busca una palmera escogida y de allí saca madera que no se pudre para levantar una estatua bien firme. |
21 | ¿No lo sabían, o no habían oído hablar de eso? ¿No se lo enseñaron desde el comienzo para que entendieran cómo se fundó la tierra? |
22 | El vive más allá del techo de la tierra, desde allí sus habitantes parecen hormigas. Ha estirado los cielos como una tela, los ha extendido como una carpa para vivir. |
23 | Reduce a la nada a los grandes y hace desaparecer a los gobernantes de la tierra. |
24 | Apenas han sido plantados o sembrados, apenas su tallo ha echado raíces en el suelo, sopla sobre ellos y se secan, y un viento fuerte se los lleva como paja. |
25 | «¿Con quién podrán ustedes compararme, o quién será igual a mí?», dice el Santo. |
26 | Pongan la cara hacia arriba y miren: ¿Quién ha creado todos esos astros? El, él mismo, que hace salir en orden su ejército, y que llama a cada estrella por su nombre. Su fuerza es tan grande y su poder tan inmenso, que ninguna se hace la desentendida. |
27 | ¿Por qué dices tú, Jacob, y lo repites tú, Israel: «Yavé no me mira, mi Dios no se preocupa por mis derechos»? |
28 | ¿Acaso no lo sabes, o no lo has oído? Yavé es un Dios eterno que ha creado hasta los extremos del mundo. No se cansa ni se fatiga y su inteligencia no tiene límites. |
29 | El da la fuerza al que está cansado y robustece al que está débil. |
30 | Mientras los jóvenes se cansan y se fatigan y hasta pueden llegar a caerse, |
31 | los que en El confían recuperan fuerzas, y les crecen alas como de águilas. Correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse. |