01 | Elihú tomó la palabra y dijo: |
02 | Sopórtame un poco, y yo te instruiré: aún queda algo por decir en defensa de Dios. |
03 | Traeré de lejos mi saber para justificar a mi Creador |
04 | No, mis palabras no mienten: es un maestro consumado el que está junto a ti. |
05 | Dios es grande y no se retracta, él es grande por la firmeza de sus decisiones. |
06 | El no deja vivir al malvado y hace justicia a los oprimidos |
07 | No retira sus ojos de los justos, los sienta en el trono con los reyes y los exalta para siempre. |
08 | Si a veces están atados con cadenas, o prisioneros en los lazos de opresión, |
09 | es para denunciarles sus acciones y las rebeldías que cometieron en su arrogancia. |
10 | El les abre el oído para que se corrijan y los exhorta a convertirse de la maldad. |
11 | Si ellos escuchan y se someten, acaban sus días prósperamente y sus años en medio de delicias; |
12 | pero si no escuchan, atraviesan el Canal y perecen a causa de su ignorancia. |
13 | Los de corazón impío, que acumulan rencor y no piden auxilio cuando él los encadena, |
14 | mueren en plena juventud, como se consumen los de vida licenciosa. |
15 | Con la opresión, él salva al oprimido y le abre el oído por medio de la aflicción. |
16 | También a ti te invita a pasar de la angustia a un lugar espacioso y sin estrechez, donde tu mesa, bien servida, estará llena de manjares. |
17 | Pero si tu medida está colmada para el juicio condenatorio, el juicio y la sentencia te arrastrarán. |
18 | Que el furor no te incite a la rebeldía ni te extravíe la magnitud de la expiación. |
19 | ¿Acaso en el peligro valdrán ante Dios tus riquezas y todos los alardes de la fuerza? |
20 | No suspires por aquella noche en que los pueblos serán arrancados de su sitio, |
21 | ¡Cuídate de volverte hacia la maldad, ya que por eso fuiste probado con la desgracia! |
22 | Sí, Dios es sublime por la fuerza: ¿quién instruye como él? |
23 | ¿Quién inspecciona su conducta? ¿Quién puede decirle: «Has obrado mal»? |
24 | Acuérdate más bien de exaltar su obra, que otros hombres celebren con sus cantos. |
25 | Todo el mundo la contempla, el hombre la percibe desde lejos. |
26 | Sí, Dios es tan grande que no podemos comprenderlo, el número de sus años es insondable. |
27 | El atrae hacia lo alto las gotas de agua y destila la lluvia que alimenta las vertientes: |
28 | la lluvia que derraman las nubes y que cae a raudales sobre el suelo. |
29 | ¿Quién comprenderá el desplazamiento de las nubes y el fragor que sale de su morada? |
30 | El extiende su luz a su alrededor y sumerge las profundidades del océano. |
31 | Así él sustenta a los pueblos y les da alimento en abundancia. |
32 | Cubre de rayos la palma de sus manos y le señala un blanco seguro. |
33 | Su trueno anuncia su llegada, y en su ira, él crea la tempestad. |