| Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pués todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A tí ,celestial princesa, Virgen, sagrada, María. Te ofrezco desde este día alma, vida y corazón; no me dejes madre mía. María, bendecida en Cristo con toda clase de bendiciones. (Cfr Ef 1, 3) | |