01 | La sabiduría edifica una casa, pero la necedad la destruye con sus propias manos. |
02 | El que camina con rectitud teme al Señor, el que va por caminos tortuosos lo desprecia. |
03 | De la boca del necio brota el orgullo, los labios de los sabios son su defensa. |
04 | Donde no hay bueyes, el establo está limpio, pero la fuerza de un toro da mucha ganancia. |
05 | Un testigo veraz no engaña, pero el testigo falso profiere mentiras. |
06 | El insolente busca sabiduría y no la encuentra, pero la ciencia es fácil para el inteligente. |
07 | Aléjate de la presencia de un necio: no hallarás ciencia en sus labios. |
08 | La sabiduría del prudente es saber discernir su camino, la insensatez de los necios es puro engaño. |
09 | El necio se burla de los sacrificios expiatorios, pero entre los hombres rectos se encuentra el favor de Dios. |
10 | El corazón conoce su propia amargura y ningún extraño se asocia a su alegría. |
11 | La casa de los malvados será destruida, pero la carpa de los rectos florecerá. |
12 | Hay caminos que parecen rectos, pero al final son caminos de muerte. |
13 | También entre risas, sufre el corazón, y al fin la alegría termina en pesar. |
14 | El descarriado se sacia con los frutos de su conducta, y el hombre de bien con sus acciones. |
15 | El incauto cree todo lo que le dicen, pero el prudente vigila sus pasos. |
16 | El sabio teme el mal y se aparta de él, el necio es temerario y se siente seguro. |
17 | El iracundo comete locuras, el hombre reflexivo sabe aguantar. |
18 | La herencia de los incautos es la necedad, la corona de los prudentes es la ciencia. |
19 | Los malos se doblegarán ante los buenos, y los malvados, a las puertas del justo. |
20 | El pobre resulta odioso aun para su vecino, pero el rico tiene muchos amigos. |
21 | El que desprecia a su prójimo peca, pero ¡feliz el que se apiada de los humildes! |
22 | ¿No viven extraviados los que traman el mal? Pero hay amor y fidelidad para los que se dedican al bien. |
23 | Toda fatiga trae algún provecho, pero la charlatanería sólo aporta indigencia. |
24 | La corona de los sabios es la prudencia, la diadema de los necios, la insensatez. |
25 | Un testigo veraz salva las vidas, el que profiere mentiras es un impostor. |
26 | El temor del Señor es un refugio seguro, que sirve de defensa para los hijos. |
27 | El temor del Señor es fuente de vida, que aparta de los lazos de la muerte. |
28 | Un pueblo numeroso es la gloria del rey, la falta de súbditos es la ruina del soberano. |
29 | El que tarda en enojarse muestra gran inteligencia, el iracundo pone de manifiesto su necedad. |
30 | Un corazón apacible es la vida del cuerpo, pero la envidia corroe los huesos. |
31 | El que oprime al débil ultraja a su Creador, el que se apiada del indigente, lo honra. |
32 | El malvado es arrasado por su propia malicia, el justo encuentra un refugio en su integridad. |
33 | En el corazón inteligente reposa la sabiduría, pero entre los necios no se la conoce. |
34 | La justicia exalta a una nación, pero el pecado es la vergüenza de los pueblos. |
35 | El favor del rey es para el servidor prudente y su furor, para el desvergonzado. |