01 | No envidies a los malvados ni desees estar con ellos, |
02 | porque su corazón sólo trama violencia y sus labios no hablan más que de fechorías. |
03 | Con la sabiduría se construye una casa y con la inteligencia se mantiene firme; |
04 | con la ciencia se llenan las despensas de todos los bienes precios y agradables. |
05 | Más vale un sabio que un hombre fuerte y un hombre instruido que uno muy vigoroso, |
06 | porque la guerra se gana con estrategia y la victoria, con el número de consejeros. |
07 | La sabiduría es demasiado elevada para el necio: en la puerta de la ciudad, él no abre la boca. |
08 | Al que sólo piensa en hacer el mal se lo llama maestro en malignidad. |
09 | La necedad no trama más que el pecado, y el insolente se hace abominable a los hombres. |
10 | Si flaqueas en el día de la adversidad, ¡qué poca fuerza tienes! |
11 | Libra a los que son arrastrados a la muerte, salva a los que van con pasos vacilantes al suplicio. |
12 | Si dices: «¡Este no es asunto mío!», ¿no lo tendrá en cuenta el que pesa los corazones? Aquel que te observa lo sabrá y retribuirá a cada uno según sus obras. |
13 | Come miel, hijo mío, porque es buena; la miel de panal es dulce a tu paladar. |
14 | Ten presente que así es la sabiduría para tu alma: si la encuentras, tendrás un porvenir y tu esperanza no quedará defraudada. |
15 | No aceches, malvado, la morada del justo ni despojes su vivienda, |
16 | porque el justo, aunque caiga siete veces, se levantará, mientras que los malvados se hunden en la desgracia. |
17 | Si cae tu enemigo, no te alegres, y si tropieza, no te regocijes, |
18 | no sea que el Señor lo vea y lo tome a mal, y aparte de él su indignación. |
19 | No te exasperes contra los malhechores ni tengas envidia de los malvados, |
20 | porque el malvado no tiene porvenir y su lámpara se extinguirá. |
21 | Teme al Señor, hijo mío, y también al rey, y no te mezcles con los sediciosos, |
22 | porque su calamidad surgirá de repente y ¿quién conoce la ruina que causarán ellos dos? |
23 | También estas son palabras de los sabios. No está bien hacer acepción de personas en el juicio. |
24 | Al que dice a un culpable: «Tú eres inocente», lo maldicen los pueblos y lo execran las naciones; |
25 | a quienes lo condenan todo les va bien y serán bendecidos con la felicidad. |
26 | Da un beso en los labios el que da una respuesta acertada. |
27 | Ordena tu trabajo afuera, prepáralo en el campo, y después edificarás tu casa. |
28 | No atestigües sin motivo contra tu prójimo: ¿acaso pretendes engañar con tus labios? |
29 | No digas: «Le haré lo mismo que él me hizo, le pagaré conforme a sus obras». |
30 | Yo pasé junto al campo de un holgazán y junto a la viña de un falto de entendimiento, |
31 | y vi que las ortigas habían crecido por todas partes, los cardos cubrían la superficie y su cerco de piedras estaba demolido. |
32 | Al ver esto, me puse a reflexionar, miré y aprendí la lección: |
33 | «Dormir un poco, dormitar otro poco, y descansar otro poco de brazos cruzados»: |
34 | así te llegará la pobreza como un salteador y la miseria como un hombre armado. |