01 | El hombre reacio a las reprensiones será destrozado de golpe y sin remedio. |
02 | Cuando gobiernan los justos, el pueblo se alegra; cuando domina un malvado, el pueblo gime. |
03 | El que ama la sabiduría es la alegría de su padre, el que frecuenta prostitutas dilapida sus bienes. |
04 | Con el derecho, un rey da estabilidad al país, pero el que lo abruma con impuestos lo arruina. |
05 | El hombre que adula a su prójimo le tiende una red bajo sus pies. |
06 | En el crimen del malvado hay una trampa, pero el justo corre lleno de alegría. |
07 | El justo se preocupa por la causa de los pobres, pero el malvado es incapaz de comprender. |
08 | Los provocadores alborotan la ciudad, pero los sabios calman la efervescencia. |
09 | Cuando un sabio entra en pleito con un necio, sea que se irrite o se divierta, no resuelve nada. |
10 | Los sanguinarios odian al hombre íntegro, pero los rectos buscan su compañía. |
11 | El insensato da libre curso a su mal humor, pero el sabio lo refrena y apacigua. |
12 | Si un jefe se deja llevar de habladurías, todos sus servidores se vuelven malvados. |
13 | El pobre y el opresor tienen esto en común: el Señor ilumina los ojos de los dos. |
14 | Si un rey juzga a los pobres conforme a la verdad, su trono estará firme para siempre. |
15 | La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el joven consentido avergüenza a su madre. |
16 | Cuando se multiplican los malvados, aumentan los crímenes, pero los justos verán su caída. |
17 | Corrige a tu hijo, y él te dará tranquilidad y colmará tu alma de delicias. |
18 | Cuando no hay visión profética, el pueblo queda sin freno, pero ¡feliz el que observa la Ley! |
19 | A un esclavo no se lo corrige con palabras: aunque entienda, no las tiene en cuenta. |
20 | ¿Has visto a un hombre que se apura a hablar? Se puede esperar más de un necio que de él. |
21 | Si a un esclavo se le consiente desde su infancia, terminará por convertirse en un rebelde. |
22 | El hombre irascible siembra discordias, el furibundo multiplica los crímenes. |
23 | El orgullo lleva al hombre a la humillación, el de espíritu humilde alcanzará honores. |
24 | El cómplice de un ladrón se odia a sí mismo: oye la fórmula imprecatoria, pero no lo denuncia. |
25 | El miedo tiende al hombre una trampa, pero el que confía en el Señor se pone a salvo. |
26 | Muchos buscan el favor del que gobierna, pero el derecho de cada uno viene del Señor. |
27 | El hombre inicuo es abominable para los justos, el que sigue el camino recto es abominable para el malvado. |